El preámbulo de la Constitución de la UNESCO proclama: “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz” y, para que se pueda establecer realmente una paz duradera, sincera y aceptada por todos, la UNESCO no busca construir escuelas en países devastados o publicar hallazgos científicos; su misión es mucho más amplia y ambiciosa:
contribuir a la consolidación de la paz, la erradicación de la pobreza, fortalecer el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural.
Para ello, realiza cinco funciones básicas:
--»Laboratorio de ideas. Es un foro de debate intelectual e intercambio de ideas entre países y culturas con miras a comprender el mundo actual y sus tendencias de transformación.
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--»Asesoría y asistencia técnica. Es una instancia mundial que proporciona a los gobiernos estos servicios.
--»Organismo normativo de gran prestigio. Ayuda a promulgar entre sus Estados miembros: declaraciones, recomendaciones o convenciones.
--»Fomento al conocimiento. Impulsa el conocimiento a través de sus diferentes programas y órganos subsidiarios para apoyar el desarrollo de capacidades en los Estados miembros.
--»Catalizador de la cooperación internacional. Promueve el intercambio de experiencias, competencias y mejores prácticas entre los países desarrollados y los no desarrollados.
Estas funciones básicas, y la manera como se desempeñan, podrán evolucionar y, en caso necesario, la UNESCO así lo hará para responder a las nuevas circunstancias, incluso recurriendo cada vez más a la cooperación sur-sur
3 en todos los ámbitos.