+La UNESCO ¿para qué?

1.	Inicio
2.	Constitución, misión y funciones
3	¿Cómo funciona?
4.	Financiamiento
5.	Educación
6.	Ciencias exactas y naturales
7.	Ciencias sociales y humanas
8.	Comunicación e información
9.	Un organismo por el entendimiento mundial

+Soñar...¿tiene alguna función?

1.	Inicio
2.	Dormir y soñar
3.	La película del sueño
4.	La actividad onírica y la psicología
5.	Función de realidad virtual
6.	Monólogo, importante, pero incierto
7.	Bibliografía

+Nanopartículas: principios y aplicaciones

1.	Inicio
2.	Nanopartículas en biomedicina
3.	Trabajo multidisciplinario
4.	Referencias

+Red de apoyo para la investigación colaborativa

1.	Inicio
2.	Estatus del proyecto

En biología y en la psicología evolucionista se presume que una función o conducta persistente tiene una utilidad para la especie, lo que ocurre con mayor incidencia en el terreno reproductivo. Pero, ¿para qué sirve tener un sistema generador de ensoñaciones? Hay varias posibilidades al respecto, y no todas excluyentes entre sí.

Las mitologías de las grandes civilizaciones a menudo se refieren a voces de mensajeros divinos y celestiales o, incluso, de los mismos dioses que, en formas humanas, se hacían presentes para avisar, ordenar o predecir algo. En este contexto, el ejercicio del diálogo con uno mismo puede sonar extraño, pero es una de las explicaciones plausibles acerca de los fenómenos que generaron la cosmogonía habitada por entes extraordinarios, y una forma de este diálogo es, sin duda, la práctica de soñar cada noche, el dar coherencia a las imágenes y sensaciones soñadas son la base de entrenamiento cotidiano para llevar a cabo la tarea humana de entender lo que nos rodea.

La ensoñación es la actividad mental que se tiene al dormir, y algunos de sus componentes son similares a lo que ocurre cuando estamos despiertos, pero se carece de la retroalimentación de los sentidos, pues la sensopercepción está cancelada, aunque el cerebro usa las experiencias previas almacenadas. En un sentido epistemológico, estamos ante un funcionamiento normal del cerebro, sin la prueba de realidad. Metafóricamente se puede decir que el cerebro es como un director de orquesta que va varios segundos adelante de sus músicos, el movimiento de la batuta, se detiene si un sonido va mal, y lo rectifica, pero si estamos dormidos no hay esa retroalimentación externa, lo que nos lleva a experimentar situaciones irreales.