Muchos de los grandes retos científicos que afronta el país requieren de una vasta cantidad de recursos de cómputo, por ello se está construyendo, con una inversión de 15.5 millones de pesos, el Laboratorio Nacional de Grids, que agrupará a los centros de alto rendimiento computacional de México.
“Desde hace 12 o 13 años se empezó a manejar la idea de que un grupo de computadoras podía tener el mismo rendimiento que una supercomputadora, debido al avance de los sistemas de comunicación y de memoria. Así nacieron los racimos o
clusters; una
grid es un racimo de racimos.
Grid significa malla o red en inglés, y la idea es conectar en una gran red a los centros de alto rendimiento que poseen
clusters para compartir recursos de cómputo, visualización y almacenamiento”.
Para el maestro en ingeniería electrónica y computacional Raúl Hazas Izquierdo, líder técnico del proyecto que impulsa el
Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), la importancia del laboratorio está ligada a que “no todo mundo cuenta con recursos de cómputo de alto rendimiento, entonces si podemos compartir en aras de un bienestar común, pues que mejor. Por otro lado, los problemas a resolver en las diferentes ciencias requieren de un trabajo colaborativo multidisciplinario y multi-institucional para lograr mejores resultados”.
Al proyecto se han sumado hasta ahora el
Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica A.C. (IPICYT), el
Instituto Politécnico Nacional (IPN), la
Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), la
Universidad de Colima (UCOL), la
Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), la
Universidad de Guadalajara (UdG), la
Universidad de Sonora (Unison) y el
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Estado de México.
De estas instituciones, algunas todavía no cuentan con el equipo de cómputo necesario y, quienes ya lo tienen, poseen máquinas muy distintas en capacidad a las de las otras casas de estudio, por ello el Laboratorio Nacional de Grids se caracterizará por su heterogeneidad.
“No podemos forzar a nadie a comprar computadoras de cierta capacidad o marca, habrá heterogeneidad de sistemas y arquitectura, aunque casi todos utilizan sistemas operativos basados en Unix o Linux, los cuales son muy similares. Lo que sí esperamos es un rendimiento mínimo de cada cluster, que opere con sistemas de manejo de memoria y con circuitos de temporización mayores a 2 gigahertz”.
Las instituciones UANL, UCOL y el IPN están por adquirir sus equipos; el cicese va a reforzar su infraestructura. “En CICESE tenemos una supercomputadora Sunfire 4800 y 2 clusters de 32 procesadores, pero pensamos adquirir un cluster de 128, exclusivo para el laboratorio”.