La
Taenia, mejor conocida como solitaria, es un gusano plano y segmentado, llamado
cestodo (del latín
cestum –‘cinta’), así que su cuerpo parece un gran listón, delgado y plano; su color es blanco-amarillento, aunque a veces puede verse de un tono grisrosáceo, y su cuerpo está formado por tres partes:
escólex, cuello y estróbilo.
El escólex es la porción cefálica, cuya forma es variada y puede tener órganos de fijación como ventosas y róstelo (estructura en forma de corona, con o sin ganchos). Después de su escólex tiene un cuello, y le sigue el cuerpo compuesto por hasta 1000 o 2000 segmentos llamados proglótidos; de estos últimos, los más cercanos al cuello son los inmaduros, después están los maduros y, finalmente, los grávidos se encuentran más alejados del escoléx, que son los más antiguos y contienen los huevos.
Este parásito no posee aparato digestivo, de modo que se alimenta por absorción, es decir, absorbe los nutrientes del huésped, pues su cuerpo es parecido a una esponja. Además, una misma
Taenia cuenta con órganos reproductores masculino y femenino, por lo que no requiere pareja para poner una gran cantidad de huevos y reproducirse.
El humano es el huésped definitivo de dos especies:
Taenia solium y
Taenia saginata; es decir, que sólo en él pueden alcanzar el estado adulto y, consecuentemente, producir huevos.
» Taenia solium puede medir 8 metros y tener hasta 1000 segmentos; de hecho, todo su cuerpo está formado por segmentos, el escólex posee cuatro ventosas y un róstelo con doble corona de ganchos en forma de uñas de gato, que le sirven para anclarse al intestino. Los proglótidos grávidos contienen entre 30,000 y 50,000 huevos.
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» Taenia saginata mide entre 4 y 12 metros y llega a tener hasta 2,000 segmentos. Su escólex tiene cuatro ventosas, pero no posee róstelo ni ganchos. Sus proglótidos grávidos pueden contener hasta 100,000 huevos.
En ambas especies, los huevos son esféricos, microscópicos (31-43 μm=0.004 mm), de color amarillo- pardo, y contienen un embrión en su interior. Para que un huevo tenga capacidad infectante es necesario que previamente haya pasado por el estómago, ya que los jugos gástricos permitirán la liberación de su embrión.
2 Los humanos pueden adquirir enfermedades distintas a partir del mismo parásito:
» Taeniasis. Si comemos carne de cerdo o res con cisticercos (el ganado porcino es atacado por la especie
Taenia solium, y el ganado vacuno, por
Taenia saginata), ya sea cruda o mal cocida, el parásito se fija en el intestino delgado por medio del escólex y se desarrolla hasta llegar a adulto, en el transcurso de dos o tres meses, pero puede vivir años dentro de una persona.
Aproximadamente cuatro meses después de la infección, la
Taenia adulta libera huevos diariamente, y su huésped: el ser humano, es el diseminador; cuando defeca al aire libre además de excretar heces, también excreta los huevos del parásito que pueden infectar a otros seres humanos, así como a cerdos y bovinos.
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» Cisticercosis. Podemos adquirir la cisticercosis si ingerimos agua o alimentos contaminados con excremento humano que contenga huevos de
Taenia, circunstancia que se facilita por la convivencia con un portador del parásito; así, los cisticercos se desarrollan en los músculos y en el cerebro (en esta última situación, se llama neurocisticercosis). Los huevos ingeridos se liberan en el intestino delgado, invaden la pared intestinal y migran a los músculos, al sistema nervioso central, los ojos y otros tejidos, en donde se puedan desarrollar los cisticercos.
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