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México en la innovación abierta
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| ISAAC TORRES CRUZ |
| CIENCIA CONTRA EL DENGUE |
| Investigaciones recientes |
Tan sólo en el Cinvestav se trabaja varias líneas de investigación al respecto, entre ellas una vacuna en proceso de mejoramiento, la cual se realiza a partir de una proteína que genera anticuerpos protectores contra la enfermedad, trabajo reconocido en 2008 con el Premio de Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz, y que está a cargo de Leticia Cedillo Barrón, adscrita al Departamento de Biomedicina Molecular de aquella instancia de investigación científica.
Cedillo Barrón apunta que, para mejorar este trabajo, ahora buscan emplear proteínas recombinantes —en las que se toma la secuencia del gen de la proteína del virus para producirla de manera independiente de éste—,2 lo que permitirá tener un efecto sobre más de uno de los serotipos del virus. “Existe un par de ellas realizadas en laboratorios farmacéuticos que están por salir al mercado. Habrá que esperar y ver qué tan eficientes son”.
Sin embargo, comentan los científicos, aun con una vacuna efectiva, su masificación resultaría complicada,por lo que se necesita de una estrategia multilateral que, además de la vacunación, evite la proliferación del mosquito en depósitos de agua, lo que incluye un importante trabajo de descacharrización.
Por su parte, el especialista Fidel de la Cruz Hernández- Hernández se ha encargado de estudiar el vector y la forma en la que es capaz de transmitir dengue o malaria. Para conocer su transmisión es necesario saber cómo se defiende el mosquito de la infección causada por el virus.
El científico del Cinvestav explica que su equipo, en colaboración con la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos, halló una molécula en el mosquito que esperaban actuara contra algunos de los agentes invasores, pero sucedió lo contrario.
Al provocar que el mosquito produjera en menor cantidad la molécula analizada, observaron también una disminución en el crecimiento de los microorganismos productores de la malaria. Así, dedujeron que “algunos agentes patógenos son capaces de aprovechar el sistema inmune del mosquito para invadirlo más fácilmente”.
Este tipo de investigaciones, refiere, permitiría en un futuro entender los mecanismos para que el mosquito se vuelva más resistente a la presencia de patógenos y vacunarlos, a fin de controlar la transmisión de la enfermedad.
A su vez, Alejandra Bravo de la Parra y Mario Soberón Chávez, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, campus Morelos, han desarrollado un larvacida ecológico para combatir los vectores. Usando una bacteria llamada Bacillus thuringiensis israelensis desarrollaron un insecticida, en forma de perlitas, efectivo contra las larvas.
Según la investigadora de la UNAM, el objetivo es ofrecer el larvicida no tóxico ni contaminante, y con una vida corta en el ambiente por estar compuesto con proteínas biodegradables. “Otra ventaja es que las pequeñas esferas sólidas se pueden colocar en lugares o recipientes pequeños donde se estanca el agua, como huecos de árboles, llantas, floreros o macetas”.
Rosa María del Ángel enfatiza que no existe solución total, pero que estos avances y algunos más, creados en otras latitudes del planeta dan opciones a distintos niveles. La prevención, tema en el que interviene desarrollo social y pobreza, es todavía la mejor opción.
En un panorama complicado la científica se muestra optimista. “Cada vez se sabe e investiga más al respecto, y ahora nos toca a los investigadores desarrollar tratamientos y vacunas”. |
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