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Enero-Febrero 2012
Hélix
Productos de la ciencia

PILAR MARTÍNEZ

Robot para supermercado
Robot

FUNCIONAMIENTO

>>Los clientes deben realizar una lista de compras a través de una aplicación del celular, éste, a su vez, la envía al comercio, gracias a un PIN (número de identificación personal). El usuario es identificado y se le asigna un robot.

>>El robot, cuyas características son similares a R2D2 de la película Stars Wars, tira de un pequeño caddy (carrito) de supermercado, tiene la capacidad de navegación autónoma y puede detectar personas y seguirlas gracias a los sensores que tiene integrados.

>>Cuenta con una pantalla táctil (touch-screen) que le permite tener una interacción con el usuario.

>>Cada vez que los usuarios muestran al robot un producto, éste proporciona datos como: precio, caducidad, etc. Si el producto está en la lista, lo distingue en color verde, lo que facilita el control de la compra.

>>Cuando el usuario muestra un producto que no está en la lista, el robot lo añade y lo distingue con un color amarillo.

>>Al acabar las compras, el robot proporciona la lista de los productos encontrados, los faltantes y los añadidos; además, muestra los precios totales y, en todo caso, el usuario puede eliminar algunos, sí lo desea.

Desde hace 10 años, aproximadamente, se pusieron al alcance del público en general los primeros robots “de servicio”, que sirven como aspiradoras, cortadoras de césped y lava piscinas.

La comunidad científica internacional se encuentra trabajando en el desarrollo de robots que realicen nuevas tareas, y puedan desenvolverse en ambientes humanos, como casas, oficinas, etc.

Especialistas del Departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Veracruzana trabajan en un robot de supermercado que servirá de apoyo a personas con discapacidad y adultos mayores, para realizar sus compras, proveyéndoles, además, información importante sobre productos como: precio, caducidad, existencia. También puede administrar la lista de consumo. “El objetivo principal de desarrollar robots autónomos es que éstos puedan tomar el lugar de las personas en tareas peligrosas, repetitivas o aburridas, sin la ayuda o supervisión de un humano”, explica el doctor Antonio Marín Hernández, líder de esta investigación.

“Contamos con un primer prototipo funcionando, y hemos llevado a cabo diversas encuestas de usabilidad, por eso creemos firmemente que los siguientes robots presentes en nuestra vida cotidiana son éstos, debido a que los comercios tipo supermercado tendrían los recursos y los beneficios”.

Cabe mencionar que, para crear robots capaces de ayudar en las labores cotidianas de los humanos, “primero, éstos deben aprender de sus usuarios; por ejemplo, si un robot ayudara en las labores de la casa, es importante que aprendan cómo le gusta al usuario que se hagan las cosas, cómo lavar los trastes o cómo doblar la ropa; esto lo lograremos al diseñar, realizar y programar algoritmos de inteligencia artificial que emulen las capacidades de los humanos como: razonamiento, percepción, navegación, y manipulación, entre otras”, asegura Marín Hernández.

“Además, también trabajamos en otros robots, cuyo fin será convivir con niños. Queremos que aquéllos aprendan a manipular y construir estructuras simples con juguetes similares a los de madera, tal y como lo hace un niño. Creemos que una vez logrado este objetivo, en el cual el robot deberá observar, comprender y reproducir, seremos capaces de llevarlo a hacer tareas más complejas. Con nuestros desarrollos proponemos soluciones para cumplir con las tres leyes de la robótica publicadas en las novelas de Isaac Asimov: no hacer daño a los humanos, obedecer órdenes y proteger su propia existencia, siempre y cuando no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley”, concluye el tecnólogo.

Aceite con microalgas
Aceite con microalgas

CARACTERÍSTICAS

>> Las algas sólo requieren agua rica en minerales y luz solar para generar oxígeno y mantener sus reservas de aceite.

>> Este método no causa daño al entorno, no compite con la producción de alimentos y, además, el aceite muestra altos niveles de calidad .

>>Este aceite puede ser utilizado como aislante en transformadores eléctricos o en la producción de biocombustibles, entre otros usos.

En el Departamento de Ingeniería Genética del Cinvestav Irapuato se desarrolló una técnica para producir aceite industrial a partir de microalgas, “teóricamente se ha calculado que generan, probablemente, mil veces más aceite que cualquier grano”, asegura el doctor Edmundo Lozoya Gloria, líder de este proyecto.

El proceso para producir aceite es muy parecido al que se lleva a cabo en la extracción de aceite producto de granos, “el cual se inicia con la generación de un medio de cultivo hecho a base de agua y sales minerales, después se burbujea para mezclar el oxígeno del aire y, eventualmente, dependiendo de la variedad del alga, se le inyecta CO2 gaseoso para que pueda ser fijado por las algas. Este cultivo se realiza a 28 ºC y en fotoperiodos de luz-oscuridad de 16:8 horas, en estas condiciones podemos lograr que las algas dupliquen su masa de 15 a 20 días, por lo que en un mes tenemos un cultivo bastante aceptable. Después se secan las algas de los hornos y se procesan para extraerles el aceite”, menciona.

En este momento, el grupo de investigación trabaja con Neochloris oleoabundans, una especie de microalga cuyo 30% de peso es aceite; “aunque estamos por iniciar una colaboración con especialistas de la Universidad de Texas, Estados Unidos, para obtener aceite de otra especie: Botryococcus Braunii, de la cual se puede llegar a obtener aceite hasta en 70% de su peso seco”.

“Ya logramos hacer el proceso completo, desde crecer las algas, recolectarlas, extraer el aceite y refinarlo; ahora lo que queremos es escalarlo para que sea comercialmente viable. Actualmente, este proyecto es financiado por la empresa IG de Irapuato, Guanajuato. Lo que se pretende es implementar una planta para producir aceite de forma masiva, por otro lado, también estamos estudiando las condiciones de crecimiento para ver cómo podemos aumentar el nivel de aceite y el número de algas por volumen de cultivo. Más adelante, si logramos conseguir mayor financiamiento, se podrá pensar en manipular genéticamente las microalgas para mejorar la producción”, concluye.
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