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Marzo-Abril 2012
Hélix
La ciencia y sus rivales

MARIO MÉNDEZ ACOSTA

El falso Apocalipsis maya
La ciencia y sus rivales
Desmienten expertos mayistas, la supuesta profecía maya del fin del mundo.
El sensacionalismo mercantilista sobre un imaginario fin del mundo o una catástrofe global –profetizados supuestamente por los mayas del antiguo imperio– y que ocurriría en este 2012 ha sido al fin denunciado y refutado por completo por científicos mexicanos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Esto es muy alentador, ya que raras veces las instituciones científicas de mayor prestigio se dignan dar respuesta a las afirmaciones de los charlatanes o seudocientíficos, ya que ello, en primer lugar, distrae a los científicos de sus actividades fundamentales, quienes además, en ocasiones, temen que esto otorgue una atención inmerecida a los charlatanes.

Así, el INAH señaló que una transposición del modelo judeocristiano del Apocalipsis condujo a hacer una “interpretación fácil” sobre la visión maya de los ciclos cósmicos, lo cual desembocó en las presuntas profecías del fin del mundo formuladas, sobre todo, por escritores extranjeros: “Cuando comenzó a descifrarse la escritura maya y se vio que, entre otros aspectos, se refería a fines de ciclos, se hizo una interpretación fácil desde la perspectiva del pensamiento occidental, ligando esto a una visión apocalíptica sobre el fin del mundo”.1

Los mayistas Mario Aliphat y Rafael Cobos coincidieron en que el pensamiento mesiánico occidental “tergiversó la cosmovisión de antiguas civilizaciones, como la maya”. Agregaron que ello permitió que los profetas modernos empezaran a vaticinar el supuesto fin del mundo a partir del concepto de fin de una era y el comienzo de otra, lo cual sólo corresponde a una cuenta en el calendario maya.

Unos 60 especialistas en la cultura maya se reunieron del 27 de noviembre al 2 de diciembre, en la VII Mesa Redonda de Palenque, en el municipio homónimo, aledaño a la zona arqueológica en el estado mexicano de Chiapas, y ahí se efectuó una sesión especial “para discutir sobre las profecías mayas 2012”.2

Los expertos precisaron que solamente en dos textos glíficos mayas –de unos 15 mil conocidos– se menciona el año 2012; la primera de estas citas se encuentra en el monumento 6 en la zona arqueológica El Tortuguero, en el municipio de Macuspana, y la segunda en el municipio de Comalcalco, ambos en el estado de Tabasco.

Uno de estos expertos, el epigrafista Carlos Pallán, autor de una guía del Calendario Maya, detalla que, para los mayas antiguos, el tiempo estaba conformado por ciclos concretos, los cuales eran personificados por seres animados y tenían su propio nombre, “por ejemplo, el ciclo de 400 años o b’ak’tun estaba representado por un ave mitológica”.

Los rituales mayas tenían como fin lograr que los próximos ciclos fueran favorables y hay “una cierta insistencia en que en 2012 se conmemorará un ciclo calendárico, lo que ha sido el meollo de la confusión”, apuntó.

Aliphat y Cobos coincidieron en que todo el sistema ritual maya trataba de pronosticar, “mediante la observación astronómica, las fechas convenientes o inconvenientes para la siembra, la cosecha e, incluso, la guerra”. Según estos expertos, los mayas crearon nuevos ciclos de muy larga duración, que les permitían calcular fechas hacia tiempos tanto pretéritos lejanos, como míticos y hasta los futuros.

Para los mayas, cada ciclo estaba compuesto de 400 años y cada era se componía de 13 ciclos, lo que suma 5 mil 200 años mayas (5 mil 125, según el calendario gregoriano), y de acuerdo con esa cuenta, la era actual concluye el 23 de diciembre de 2012, y comenzará una nueva. Para los mayas, al final de cada era el cosmos se regeneraba, con lo que se “completaba un ciclo de creación”; nada de lo cual implica profecía alguna sobre catástrofes mundiales de ningún tipo.

En la Mesa de Palenque, los expertos analizaron otros aspectos profundos de las investigaciones más recientes en torno a interpretaciones de los jeroglíficos y sobre diversos aspectos del calendario maya. Podemos decir que sólo el conocimiento científico y detallado sobre lo que en verdad ocupaba y preocupaba a los mayas puede poner en perspectiva la desmesura de las llamadas profecías mayas, y podemos concluir que lo expresado aquí en torno al mito referido es la versión autorizada de los expertos mayistas.

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