Ciencia y Desarrollo
Noviembre-Diciembre 2011 Inicio Ligas de interés Artículos de interés Suscripciones
Cada mes
Editorial
Ciencia en México
Ciencia en el mundo
La ciencia y sus rivales
Tecnoinformación
Centros Conacyt
Actualidades
El lector científico
Productos de la ciencia
Reseñas
Portada
Marzo-Abril 2012
Hélix
Actualidades CONRADO RUIZ HERNÁNDEZ *
Deliberaciones genéticas de Mendel ¿Utilizó un binomio?
Problamente Mendel nunca utilizó el binomio de Newton pero sí su método axiomático.
Al inicio del siglo XX, matemáticos prominentes encontraron una vinculación entre las leyes de Mendel* y el binomio de Newton, lo que era una necesidad para poderlas proyectar a poblaciones enteras y considerando “n” generaciones.

Asimismo, algunos historiadores han utilizado el binomio de Newton, (a + b)2= a2 + 2ab + b2, para explicar más fácilmente la segunda ley de Mendel. Sin embargo, esto último, como lo argumentaremos, son desarrollos posteriores a lo realizado por el iniciador de la genética (antes de que esta disciplina se consolidara como ciencia), lo más probable es que Mendel no haya utilizado en su investigación el binomio de Newton, aunque sí, su método axiomático.1

MÉTODO AXIOMÁTICO
El método axiomático es un recurso intelectual para someter a prueba determinadas verdades (hechos, suposiciones o conjeturas), consideradas a priori como ciertas o evidentes, el cual permite constatar o dar credibilidad a saberes de índole diversa. Fue fundado muy posiblemente por los seguidores de Tales de Mileto (reconocido como un precursor de la ciencia y la filosofía griegas), en Jonia, alrededor del siglo VI a. C.

Las verdades evidentes pueden ser de dos tipos: aquellas que no requieren ser sometidas a una verificación obligatoria (axiomas) y las que precisan ser comprobadas (teoremas) –salvo algunas pocas excepciones–. En estas últimas se basa la construcción del conocimiento científico; especialmente, el de las matemáticas.

Las hipótesis en el método experimental moderno son, en cierto modo, lo más parecido a los teoremas. Durante el siglo XVII, Newton reformuló este método, apoyado en el uso inteligente de las matemáticas, pues lo concibió como un recurso útil para tratar de comprender los hechos físicos, en el entendido de que la descripción matemática sólo está en posibilidad de aproximarse a la realidad –en algunos casos más que en otros–, sin la obligación de someterse completamente a los números y ecuaciones. Dicho de otra manera, bajo esta visión, las matemáticas son un medio y no un fin.2

Encuentre la información completa en la versión impresa de Ciencia y Desarrollo,
Marzo-Abril 2012
Ediciones anteriores Para publicar