También conocidos como
fluidos de silicón, son líquidos de apariencia untuosa, inodoros, incoloros e insípidos; formados por siloxanos tipo D y M piezas amarillas y rojas del rompecabezas (
figuras 4 y
5); por supuesto en la industria y los laboratorios no se identifican con estas figuras, se utiliza su fórmula química o su representación como un modelo de esferas
(figura 6). Son empleados como antiespumantes, abrillantadores, lubricantes..., y se continúa desarrollando nuevos productos para aplicaciones en medicina, electrónica, cosmética, construcción, etcétera.
Los aceites de silicón son no-polares, ello significa que no se disuelven en agua, pero sí en hidrocarburos, éteres y cetonas, por lo que, con el fin de facilitar su manejo se utilizan las emulsiones para formar pequeñas gotas de aceite de silicón en una gran cantidad de agua, junto con emulsificantes y otros aditivos que mantienen las pequeñas gotas aisladas unas de otras, con lo cual se obtiene productos aplicables en champúes, abrillantadores de piso o de autos, entre otros. Las emulsiones de silicón tienen la textura del agua pero, al secarse, dejan una capa de silicón que da brillantez a la superficie en la cual se aplicó. Estas emulsiones son muy utilizadas para dejar lustrosas las llantas de los autos.