La elaboración de los silicones requiere óxido de silicio (SiO₂) o sílica, arena parecida a la que se encuentra en playas y desiertos, y su proceso industrial más utilizado consiste en hacer pasar sílica a través de un arco eléctrico junto con cloruro de metilo (CH₃Cl) y un catalizador (compuesto sin cuya presencia no hay reacción y realmente no forma parte del producto, por lo que, al final, se recupera y puede ser utilizado nuevamente); el producto (silanos) es agregado al agua (hidrolización) y, modificando las concentraciones y temperaturas empleadas, se genera diversos tipos de siloxanos que, al unirse entre ellos, forman los diferentes tipos de silicones. Y es aquí donde aparece nuevamente la maravilla de los silicones –para no llamarle magia– pues, de acuerdo con el tipo de siloxano empleado es el tipo de silicón que se sintetiza, veamos:

Esto es semejante a un rompecabezas (figura 4) en el que se tiene tantos oxígenos y R (“erres”, las cuales representan un radical orgánico que puede ser alquílico, funcional o polimérico) como se desee y tantos silicios como se requiera; las reglas todos las conocen, sólo es necesario unir las piezas y el resultado puede ser tan grande y complejo como se desee. Así, según el grupo y la cantidad de elementos añadidos serán las propiedades que estos materiales presenten; por ejemplo, si se tiene el polímero de siloxano más común –que es el aceite de silicón–, el cual consiste en tener únicamente una línea de piezas (figura 5), saturado con grupos metilo (las “erres” son iguales a CH₃), y se sustituye una pieza “R” de CH₃ por una “R” de un grupo amino, cuando se aplica en telas incrementará su suavidad, o bien, si se agrega un radical de flúor, la tela adquirirá repelencia al agua. Ahora bien, la cadena puede ser tan larga como se desee, dependiendo de cuántas piezas rojas (elementos D) se utilicen, lo cual afecta directamente en su viscosidad; de esta forma, si son 100, el silicón tendrá la apariencia de un aceite, pero si son 800, su viscosidad será semejante a la de la miel y cada molécula será tres mil veces más pesada que la molécula de agua.

Otro procedimiento para obtener silicones ocurre a partir de silicones más sencillos, pero como los silicones son poco reactivos, es necesario seleccionar cuidadosamente tanto los catalizadores como las condiciones de reacción pues, de lo contrario, puede suceder que no se provoque reacción alguna o que reaccione de manera descontrolada y se forme una pelota de goma con todo el material involucrado.