La resistencia natural de una planta se define como el conjunto de características heredables que le confiere una protección natural contra los insectos. En el caso de los maíces, éstos son el resultado de la evolución natural producto de la coexistencia y la interacción de la planta con el insecto a través del tiempo.
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Una alternativa a la aplicación de control químico de plagas ha sido el uso de variedades de maíces con resistencia natural, es decir, aquellos con propiedades para resistir el ataque de las plagas de almacén como el gorgojo del maíz y el barrenador grande del grano.
Con la domesticación del maíz en Mesoamérica, el desarrollo natural de las variedades resistentes se vio favorecido con el manejo de los agricultores, quienes, por varias generaciones, han seleccionado mazorcas con una buena cobertura y granos del maíz que resisten el ataque de los gorgojos y barrenadores en maíz almacenado.
En la actualidad se ha identificado maíces criollos que poseen estas defensas naturales, además de los mejorados, en México y Centroamérica.
