Al igual que en las interacciones heterosexuales, los sujetos del mismo sexo desarrollan expresiones de afecto. Son comportamientos que, aun cuando no involucran contacto directo de genitales, tienen un claro matiz sexual o erótico, dado que preceden a la cópula. Algunas de las manifestaciones de afecto habituales entre animales homosexuales son el lamerse y, entre los leones, el roce de las cabezas que frotan y hacen girar alrededor uno del otro antes de efectuar una monta homosexual. Otros ejemplos están presentes en ballenas y delfines, los cuales se acarician y se friccionan uno con otro utilizando sus aletas laterales, caudales y/o todo su cuerpo. Parejas homosexuales tanto de hembras como de machos de primates como chimpancés, macacos y babuinos se acarician y acicalan entre ellos. Algunos otros animales homosexuales se besan, es decir se lamen o juegan con sus bocas de manera afectiva, como sucede entre los machos de elefantes africanos, los manatíes de las indias, las morsas y las cebras.

Algunos animales homosexuales participan en batallas simuladas con matices eróticos, por ejemplo, los elefantes africanos machos despliegan rituales eróticos excitándose sexualmente a través de estas justas; esto mismo se observa en machos de jirafas, bisontes, antílopes, orangutanes y gibones. Las parejas lésbicas de leopardos despliegan este tipo de batallas, como parte de la secuencia de cortejo, algo que también puede verse entre hembras de cacatúas y pericos de pecho naranja, las cuales despliegan combates a manera de esgrima, utilizando sus picos.

La monta es el tipo más común de conducta sexual encontrada en el contexto homosexual; en este caso, lo más frecuente es que un animal monte sobre la parte trasera del otro de manera similar a la observada en las interacciones heterosexuales. Más de 95% de los mamíferos y las aves usan esta posición en interacciones homosexuales, tanto entre machos como entre hembras. Sin embargo, algunos primates –gorilas, babuinos y gibones– usan la posición frente a frente, siendo más común en encuentros homosexuales que en los heterosexuales.

Muchas interacciones homosexuales van más allá del contacto físico. En animales silvestres del mismo sexo, con frecuencia se forman uniones de pareja similares a las establecidas en parejas heterosexuales. Se calcula que más de 70 especies de aves forman parejas homosexuales; a manera de ejemplo se destacan las parejas de machos de cisnes negros y de gaviotas de cabeza negra, así como parejas de cigüeñas hembra de alas negras y gaviotas plateadas. Este tipo de uniones varían en cuanto a duración, sin embargo, siguen un patrón similar al registrado entre parejas heterosexuales de la misma especie. Ejemplo: las parejas heterosexuales del ánsar común permanecen unidas por muchos años, y ocurre con las parejas formadas por dos machos también. En contraste, entre los bisontes las uniones van desde algunas horas hasta días, tanto en parejas homosexuales,
como heterosexuales.

Hasta ahora se han reportado tres especies de aves que al formar parejas homosexuales, lo hacen durante toda su vida: las gaviotas plateadas, el ganso común y los pingüinos de Humboldt. En mamíferos, la exclusividad de pareja es rara, no obstante, es interesante destacar que entre leones y elefantes las uniones entre dos machos son más cercanas y de mayor duración que las heterosexuales. Algo similar se observa entre machos de delfines nariz de botella; entre ellos las uniones heterosexuales no derivan en la formación de parejas, en cambio, las parejas de machos son de por vida.