Al igual que la heterosexualidad, la homosexualidad en animales incluye un vasto y diverso conjunto de actividades, tales como el cortejo, algunas muestras de afecto, los contactos sexuales, la cópula y la formación de parejas, así como las relaciones asociadas al cuidado de las crías.
El cortejo, tanto en las relaciones homosexuales, como heterosexuales, tiene como objetivo llamar la atención y el interés de parejas potenciales a través de una serie de movimientos estilizados y expresiones corporales previas al apareamiento, cuya función es informar sobre su presencia y/o su interés sexual en otro individuo. El cortejo es una característica común de las interacciones, tanto entre individuos de sexos opuestos, como en los homosexuales; de hecho, muchas especies muestran las mismas conductas en ambos tipos de cortejo. Sin embargo, los comportamientos más interesantes podrían ser los llevados a cabo por criaturas que despliegan un patrón especial de cortejo exclusivo para las interacciones homosexuales; un ejemplo de ello puede ser visto en avestruces macho que despliegan una danza de piruetas totalmente diferente del cortejo heterosexual; algo que también sucede en el que se lleva a cabo entre hembras de macacos rhesus, las cuales desarrollan rasgos de cortejo a la manera de un juego de escondidillas o esconde y encuentra.