Pero, ¿cómo surgió esta original manera de asegurar el alimento a las crías entre la clase de los mamíferos? Una teoría desarrollada por el investigador Vorbach y colaboradores
3 dice que el pecho materno de los mamíferos, primero funcionó como una glándula inmunoprotectora productora de secreciones bactericidas,
las cuales protegían tanto la piel de las madres como a los propios infantes; así, de alguna manera, la lactancia sería una derivación de una respuesta inflamatoria pues es muy probable que las glándulas mamarias hayan tenido su origen en forma de glándulas inflamadas de la piel que supuraban moco junto con propiedades antimicrobianas. Con el tiempo las secreciones mejoraron en sustancias nutritivas dulces y grasas, lo que resultó ventajoso para evitar el desarrollo de microorganismos patógenos peligrosos. Los infantes seguramente se beneficiaron de las secreciones de la madre que eran más copiosas, en consecuencia, la glándula mamaria evolucionó de un órgano inmunoprotector a un órgano reproductivo único para la clase mamífera. Como ejemplo, vemos el ornitorrinco –un animal muy primitivo, de hecho, es el mamífero más lejano de los seres humanos–; sus hembras carecen de mamas como tales, pero alimentan a sus crías con leche que secretan de su propia piel.
4