La terapia epigenética, que consiste en reactivar los genes supresores del cáncer, se abre paso como una nueva alternativa médica en contra de esta enfermedad.

En todo el mundo existen equipos de investigación que trabajan en el desarrollo de tratamientos de este tipo y México no es la excepción, pues especialistas del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM han diseñado una terapia capaz de despertar a los genes supresores de las células cancerígenas para destruirlas.

El doctor Alfonso Dueñas, Director de Investigación del INCan e investigador de Biomédicas, señala que “el cáncer es una enfermedad en la que intervienen factores genéticos (alteraciones irreversibles del ADN) y epigenéticos (alteraciones reversibles del ADN), los cuales propician la estimulación de los oncogenes e inactivan los genes supresores”.

“En las células malignas hay dos tipos de genes alterados: los oncogenes, estimuladores del crecimiento maligno de las células, y los genes supresores que se oponen a su proliferación desmedida”.

Los oncogenes son el resultado de una alteración en el ADN, ya sea por la pérdida de regiones cromosómicas, translocaciones (una translocación ocurre cuando el gen de un cromosoma se traslada a otro cromosoma para formar un gen quimérico o nuevo) y amplificaciones (copias excesivas de un gen).

En tanto, los genes supresores, además de verse afectados por una mutación genética que puede destruirlos, también son perturbados por alteraciones epigenéticas, las cuales los inactivan, pero sin dañarlos; es decir, los apaga para que no funcionen.