El día 6 de mayo de 2006 se cumplen 150 años del nacimiento de Sigmund Freud y ello es buena ocasión para recordarlo a través de la obra que nos legó.

La vida de Freud estuvo dedicada a incursionar en los enigmas que nos plantea la psique humana; hombre incansable en el ejercicio de la investigación acerca de las motivaciones que subyacen al quehacer de los individuos, nos muestra en sus escritos un gran cuidado y habilidad para la expresión literaria. Por su perfil polifacético, se interesó también en el estudio de las culturas antiguas, las religiones, la filosofía y la antropología, además de mantenerse al tanto de las indagaciones en el campo de las ciencias naturales y las teorías físicas de su tiempo, de las cuales recibió importante influencia.

Su búsquedade respuestas a una gran cantidad de inquietudes en torno al universo de lo humano lo condujo a elegir la carrera de medicina, dentro de la cual orientó sus estudios hacia la fisiología y la neuropatología; y también enfocó su interés en algo que empezó como un recurso para el diagnóstico de padecimientos neuróticos y después fue utilizado por él y su maestro Breuer (1886) con fines terapéuticos: la hipnosis.

En la neurología, Freud desarrolló ideas respecto al funcionamiento del sistema nervioso que se basa, según él, en retener y dejar pasar. El primero de estos mecanismos refiere a la memoria y el segundo a la percepción. Tales movimientos caracterizan los complejos sucesos neuronales que en la actualidad son la base de los modelos cibernéticos*.

Ante las muchas incógnitas alrededor de la histeria, y guiado por el supuesto de una etiología anímica de dicho padecimiento, Freud se interesó en los trabajos del doctor Charcot sobre la hipnosis (fenómeno que incluye la sugestión), por lo que realizó una estancia en París durante 1885. Para entonces, Charcot había estudiado la neurosis histérica y con ello amplió la noción de esta enfermedad atribuida exclusivamente a las mujeres, ya que se asociaba con el aparato reproductor femenino. En cambio, para el doctor francés también podía encontrarse en los hombres; además consideraba la hipnosis como una técnica que permitía transportar al paciente a estados subconscientes para explorar los orígenes de la neurosis.

El trabajo clínico de Freud en Viena
Histeria, neurosis, sexualidad y placer
El inconsciente: aportación freudiana
El ser humano y sus pulsiones
La herencia de Freud a la humanidad
Referencias