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MAYO DE 2006
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PATRICIA CORRRES AYALA

el legado de freud en el siglo xxi

El trabajo clínico de Freud en Viena

Durante el trabajo clínico que Freud llevó a cabo en Viena al lado del doctor Breuer, se pueden distinguir tres aspectos, los cuales no se hubieran transformado sin la participación de sus pacientes quienes, valga la aclaración, en su mayoría fueron mujeres. Estos son:

a)Empleo de la hipnosis como técnica para acceder a estados de subconciencia, con finalidad terapéutica.

b)Aparición de la abreacción o descarga de energía psíquica acumulada en la paciente.

c)Incidencia de la relación transferencial médico-paciente que ponía al descubierto sentimientos de atracción sexual entre ambos.

En sus inicios, la hipnosis utilizada por Freud, siguiendo a su maestro Breuer, se llevaba a cabo con el fin de: “reconducir al enfermo, hipnotizado, a la prehistoria psíquica del padecer”.1

Posteriormente, fue sustituyendo tal procedimiento por lo que llamó asociación libre de ideas, técnica que permitía al sujeto desarrollar un discurso más independiente del control del médico, conservando el estado de vigilia para poder, desde ahí, cuestionarse acerca de la causalidad de sus padecimientos; dicha modificación no se realiza en forma premeditada, sino que surge ante la demanda de una de sus pacientes. Al respecto, relata el propio Freud: “Y hete aquí que me dice, con expresión de descontento, que no debo estarle preguntando siempre de dónde viene esto y esto otro, sino dejarla contar lo que tiene para decirme”.2

En cuanto al segundo aspecto, igualmente tuvo cambios en el sentido de que no solo se busca que la paciente descargue la energía psíquica retenida, sino que durante el tratamiento, se procura que logre manejar los contenidos psíquicos antes vedados para ella misma, mediante su propio lenguaje; es decir, que a esa carga afectiva se asocie una palabra y de esa manera, le dé curso hacia el exterior, desalojándola. A propósito, vale insistir en el valor que Freud le concede a la palabra como recurso para trabajar con el síntoma del paciente. Desde su texto Tratamiento psíquico o del alma (1890), encontramos lo siguiente:

Tratamiento psíquico quiere decir tratamiento desde el alma ―ya sea de perturbaciones anímicas o corporales― con recursos que de manera primaria e inmediata influyen sobre lo anímico del hombre.

”Un recurso de esa índole es sobre todo la palabra, y las palabras son, en efecto, el instrumento esencial del tratamiento anímico”.3

Con respecto al tercer punto, la transferencia y la energía sexual contenida en la misma, al ser evidente en la relación terapéutica que se entabla entre Breuer y su paciente Ana O. (1880), provoca el temor del médico, que lo lleva a abandonar el caso. Posteriormente, Freud alude a dicho fenómeno en su escrito tituladoFragmento de análisis de un caso de histeria (El caso Dora, 1901), donde refiereque en la transferencia “…toda una serie de vivencias psíquicas anteriores no es revivida como algo pasado, sino como vínculo actual con la persona del médico”.4

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Referencias

 
 

 

   
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