Si deseamos para nuestros hijos una atmósfera limpia y un entorno saludable en el único planeta que tenemos, exijamos el empleo del hidrógeno como el combustible indicado para que el transporte automotriz se transforme en un autotransporte con CERO CONTAMINACIÓN.
Todos estamos conscientes de que hay dos serios problemas que requieren solución a muy corto plazo respecto del transporte automotriz: la grave contaminación atmosférica por el uso de combustibles derivados del petróleo, y –como consecuencia de su inmenso consumo– el encarecimiento de estos hidrocarburos (con la cascada que ello genera), los cuales, además, se agotan rápidamente.
¿Por qué el automóvil de hidrógeno?
La solución para ambos problemas está en el empleo del hidrógeno como combustible ideal para el autotransporte pues, por una parte, el hidrógeno, al combinarse con el oxígeno en las llamadas celdas de combustible, produce eficientemente la energía eléctrica necesaria para los vehículos y, por la otra, de dicha combinación resulta agua no contaminante; pero, además, como bien sabemos, el hidrógeno es el elemento más abundante en el Universo y en la Tierra no lo es menos. ¿Su obtención…? Muy sencilla: sólo se disocia el agua mediante la energía solar.
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