La participación de las alcamidas en la fisiología de las plantas nos abre horizontes insospechados que surgen de la raíz del chilcuague ( H. longipes). A continuación se mencionan algunos ejemplos de los posibles usos de las alcamidas:

•  Alternativa al fitomejoramiento tradicional. En los últimos años se han optimizado las metodologías para la transformación genética de las plantas mediante la ingeniería genética;² no obstante, a fin de lograr la transformación de las plantas es imprescindible contar con un sistema de cultivo de tejidos ³ para la especie en cuestión.

•  Inducción de organogénesis in vitro.⁴ Las técnicas de organogénesis están basadas en el potencial de las células vegetales para formar tejidos, órganos e incluso plantas completas cuando se cultivan en presencia de fitohormonas. Las auxinas se utilizan en este proceso para inducir la formación de raíces, las citocininas para estimular la formación de ramas y una combinación de ambas causa la formación de callos (tejidos indiferenciados). Estas técnicas son de uso amplio en la biotecnología de plantas (ver figura 4). Algunas especies como chile, café, cocotero y dátil son difíciles de regenerar mediante los métodos actuales, para este tipo de plantas se hace necesario la búsqueda de nuevas fitohormonas altamente eficientes, y ante estos retos de la biotecnología, el potencial de uso de las alcamidas es promisorio.

•  Micropropagación de explantes ⁵ de variedades con interés agronómico. Algunas especies vegetales como la fresa se propagan vegetativamente para obtener plantas para su uso en el campo, esta técnica se conoce como micropropagación. En condiciones controladas, se pueden cultivar fragmentos (explantes) de una planta, aclimatarla in vitro , y favorecer su crecimiento en fase previa a su transplante. Mediante las técnicas de micropropagación y regeneración, toda célula vegetal, cualquiera que sea su origen, es capaz de reproducir las características de la planta de la cual proviene. La importancia del proceso de micropropagación radica en que la descendencia no presenta variación genética, asegurando la conservación de las características deseables. Por sus efectos en la morfogénesis vegetal, las alcamidas muestran un gran potencial para obtener estos efectos.

•  Control de los procesos de división y diferenciación celular. Específicamente para inducir la formación de raíces y follaje en especies ornamentales. Es una función que podría llevarse a cabo mediante la aplicación de alcamidas, solas o en combinación con otras fitohormonas como las auxinas y las citocininas.

•  Aumento de la capacidad de los cultivos para tomar agua y nutrimentos del suelo. Esto sería posible debido al efecto de tratamientos con alcamidas en la ramificación de la raíz.

La identificación de las alcamidas como fitohormonas nos abre un nuevo campo de investigación sobre sus mecanismos de acción en las plantas. La información aquí presentada, unida a los recientes perfeccionamientos en las técnicas de cultivo de tejidos y propagación vegetal, hacen suponer que, en años venideros, las alcamidas serán incorporadas en los sistemas para obtener cultivos mejorados mediante ingeniería genética, aspectos que, sin duda, coadyuvarán al aumento en la producción de alimentos tan necesario en este naciente milenio.

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El chilcuague: hiperacumulador de alcamidas
Efectos de las alcamidas
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Bibliografía recomendada