El chilcuague: hiperacumulador de alcamidas
En México, una gran cantidad de plantas silvestres han sido utilizadas por nuestros ancestros para tratar diferentes enfermedades o bien le han dado aplicación en diferentes usos caseros, por ejemplo, sus extractos se emplean en la preparación de cosméticos y sus hojas, tallos y raíces se utilizan para sazonar y conservar los alimentos. Una de estas plantas es la Heliopsis longipes , una especie nativa de la Sierra Gorda de Guanajuato conocida comúnmente como chilcuague (ver figura 1). Su raíz tiene un sabor picante, motivo por el cual se emplea en el condimento de varios platillos como salsas, frijoles y nopales. En la medicina popular es empleada como analgésico y anestésico, pero además, sus extractos o infusiones tienen fama de ser efectivos para combatir infecciones de los aparatos respiratorio y digestivo.
El chilcuague crece en forma silvestre, aunque también se cultiva de manera rudimentaria. Esta fue la primera especie en que fue reportada la presencia de una alcamida oleofínica (se designa de esta manera a las sustancias ricas en carbono), la afinina, sustancia responsable de los efectos biológicos del chilcuague, la cual se acumula en sus raíces, en grandes cantidades: hasta 1% del peso seco total de la raíz.
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Interacción celular
Potencial biotecnológico
Bibliografía recomendada
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