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PILAR E. MARTÍNEZ

Protección a la espiga de maíz

CARACTERÍSTICAS

◀La presentación del fungicida biológico es de un litro, que rinde para dos hectáreas.

◀Se aplica directamente a la semilla con un adherente antes de la siembra y se pone un refuerzo 15 días después, mediante aspersión –esparcimiento en forma de gotas pequeñas–.

◀Se ha demostrado que protege la planta del hongo entre 30 y 40%; además, ayuda a incrementar la producción del grano de maíz hasta en 15%.

◀No presenta el riesgo toxicológico que conlleva trabajar con fungicidas químicos.

◀Ataca a otros hongos que provocan la pudrición de la planta.


Investigadores en el área de Biotecnología, de la Universidad Politécnica de Pachuca, desarrollaron un fungicida biológico capaz de controlar el carbón de la espiga de maíz, una enfermedad causada por el hongo Sporisorium reilianum, que ataca cuando la semilla está germinando y cuyos síntomas se notan hasta la temporada de cosecha de la planta.

“Son muchos los esfuerzos realizados en el estado de Hidalgo para encontrar variedades de maíz resistentes a esta enfermedad; sin embargo, no han sido comercialmente atractivas para los productores, por lo que nos dimos a la tarea de crear un fungicida amigable con el medio ambiente, a partir de bacterias que inhibieran el desarrollo de dicho hongo”, explica la doctora Yuridia Mercado Flores, miembro del equipo investigador.

Para ello, se aislaron diferentes bacterias de muestras de suelo de la rizósfera –capa en la que el suelo está adherido a las raíces de la planta–, tomadas, específicamente en Mixquiahula, Hidalgo, en donde la enfermedad está presente. “Obtuvimos una serie de candidatas, pero sólo tomamos una por su capacidad de producir compuestos antifúngicos (que evitan el desarrollo del hongo), además de ser resistente al calor y a los cambios bruscos del pH; esto hace a la bacteria muy viable para su aplicación como fungicida, sobre todo porque los suelos en esta zona son muy alcalinos; al mismo tiempo, las pruebas en campo han demostrado que el tratamiento biológico disminuye la incidencia de la enfermedad e incrementa la productividad”.

Por el momento, el fungicida ya está terminado. “La idea es realizar la transferencia de tecnología para ser aplicado. Hemos visto que los agricultores se encuentran muy receptivos a la utilización de éste, por lo que a través de talleres y demostraciones en campo les enseñamos cómo funciona”, concluye.

Tratamiento alternativo para la epilepsia
Aceite con microalgas

VENTAJAS

◀Este tratamiento no causa, en lo más mínimo, lesiones en ninguna parte del cerebro.

◀El paciente no percibe los estímulos eléctricos y no causa daños al tejido cerebral.

◀Aunque el tratamiento es de por vida, hay pacientes que después de ocho o diez años, por alguna razón, muestran una gran mejoría, por lo cual se les retira el estimulador y no lo requieren más; sin embargo, son casos excepcionales.

◀Se requiere de dos cirugías para iniciar el tratamiento, una para ubicar el foco epiléptico, y una segunda para colocar los electrodos definitivos y el sistema completo.

◀El electrodo y el cable duran de por vida, pero, el marcapasos, después de un determinado tiempo, requiere recargarse (en caso de ser recargable) o cambiarse (lo que se hace con una simple cirugía, sin necesidad de intervenir en el cerebro nuevamente).

◀El marcapasos es modulado a través de una computadora y de forma inalámbrica, por lo que no es necesaria una nueva intervención. Realiza una estimulación cíclica, es decir, está prendido durante un minuto y se apaga cuatro minutos, así se logra un ahorro de la batería.


La epilepsia es una enfermedad neurológica causada por descargas eléctricas anormales del cerebro, lo cual genera convulsiones recurrentes. Actualmente, existen tratamientos para este padecimiento que van desde medicamentos hasta cirugías.

“La cirugía es una excelente alternativa, ya que se extrae la zona donde se originan las crisis (entre más pequeña sea ésta es más fácil de operar); sin embargo, hay partes que no se pueden operar porque se afectaría alguna función cerebral”, menciona la doctora Ana Luisa Velasco Monroy, de la Facultad de Medicina-UNAM, quien desarrolló una técnica de neuromodulación aplicada al diagnóstico y tratamiento clínico de epilepsia en pacientes no aptos para intervenciones quirúrgicas.

“La neuromodulación consiste en poner un electrodo en el área del cerebro que queremos estimular, del cual sale un cable que pasa por debajo de la piel hasta llegar a un marcapasos localizado en el pecho –muy parecido a los usados para el corazón–; gracias a este sistema estimulamos eléctricamente la zona donde se originan las crisis epilépticas para evitar que se susciten”, explica.

Los marcapasos, o estimuladores eléctricos, son programados por medio de una computadora para generar los voltajes que serán utilizados, éstos se modulan dependiendo del tipo de crisis que presente el paciente y su reacción ante el tratamiento. “Generalmente, empleamos voltajes muy bajos, en el orden de microvoltios, y su frecuencia es de entre 60 y 130 pulsos por segundo. Hasta el momento, hemos tenido excelentes resultados con este tratamiento. Cabe destacar que nuestro grupo de investigación es pionero en México en el uso de la neuromodulación como parte del tratamiento de la epilepsia”.

Con este trabajo de investigación, la doctora Velasco Monroy ingresó como académica numeraria a la Academia Nacional de Medicina de México.

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