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AGOSTO DE 2009
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carlos rolando RÍOS SOBERANÍS
Retorno a la pregunta
Conociendo las bases científicas del color es posible responder las preguntas que motivaron la elaboración de este artículo: “¿Por qué el pasto es verde y el cielo azul?” Las clorofilas tienen típicamente dos picos de absorción en el espectro visible (figura 5), uno en el entorno de la luz azul (400-500 nm de longitud de onda), y otro en la zona roja del espectro (600-700 nm); no obstante, reflejan la parte media del espectro, es decir, la más nutrida que corresponde al color verde (500-600 nm). Ésta es la razón por la cual las clorofilas tienen color verde y se lo confieren a los organismos o tejidos que tienen cloroplastos activos en sus células, tal como sucede en las plantas.

Por otro lado, la luz procedente del Sol se compone de todas las longitudes del espectro visible; el polvo y otros componentes de la atmósfera terrestre dispersan más las longitudes cortas (azules) del espectro luminoso que las otras, originando que la luz dispersada desde esas partículas adopte una tonalidad azul.

Al atardecer, el camino que la luz solar recorre dentro de la atmósfera es más largo, los rebotes sucesivos en unas partículas y otras hacen crecer la probabilidad de que la luz acabe colisionando con una partícula absorbente y desaparezca, de manera que aun la parte amarilla es afectada y difundida y sólo los rayos rojos –los más direccionales– siguen un camino casi rectilíneo. De ahí el color rojo del sol poniente.

Sin lugar a dudas, el color ha creado un mundo mucho más atractivo a los ojos humanos, pues la naturaleza posee sus propios laboratorios para fabricar colores en sus diversas tonalidades, pero la apariencia de un color no sólo depende grandemente de su contexto en el espacio y en el tiempo, sino también de la percepción de un ser vivo que sepa apreciarlo.
Pasto verde y cielo azul/Isftic-Mepsyd
desarrollado por quadrato