El crecimiento demográfico, el desarrollo económico que incluye la industrialización y la búsqueda de mejores niveles de vida para la sociedad son factores que incrementan la demanda de energía y, en consecuencia, la degradación del medio ambiente; por ello es necesario plantear estrategias que consideren el uso intensivo de fuentes de energía renovables. Entre éstas, la geotérmica es una energía limpia y utilizable en la generación de electricidad, entre otras muchas aplicaciones.
La población en el mundo, entre 1950 y 2000, aumentó de 2,500 a 6,100 millones de habitantes, con una proyección, para 2050, de 9,830 millones;
1 estas cifras explican la creciente demanda energética para satisfacer las necesidades de la sociedad. En 1980, el consumo de energía para la producción de bienes y satisfactores en el mundo fue de 23 mil millones de barriles de petróleo (1 barril = 158.9 litros); en 2006 ascendió a 72 y la proyección para 2050 puede ser de 132.
2 En 2002, la producción de electricidad provocó 40% de las emisiones totales de CO
2; y el transporte, 21%; si se continúa utilizando los mismos combustibles en el futuro, estas cifras se triplicarán en 2030.
En general, todos los tipos de polución que incluyen tanto el calentamiento global y la lluvia ácida como la contaminación de acuíferos, se han relacionado con el uso de combustibles fósiles. Las preguntas lógicas que surgen son: ¿cómo sustituir el uso de combustibles fósiles
después de, por decir, 2040, ya sea por su agotamiento o por razones ambientales? ¿Será posible mantener el estilo de vida actual en términos de alimentos, materias primas y consumo de energía? El objetivo de este trabajo es mostrar el escenario en el que ocurre nuestra dependencia actual de los combustibles fósiles y la necesidad de disponer de fuentes de energía limpia, entre las que se encuentra la geotermia.