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MARZO DE 2006
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Entrevista

Gustavo A. Ramírez Castilla

HUASTECOS, ENTRE EL MITO Y LA HISTORIA

La ruptura de la unidad huasteca

En “La posición de la lengua huasteca” (Actes du XIIème Congrès Internacional des Americanistes) el investigador mexicano Leonardo Manrique Castañeda planteó su recorrido hacia una hipótesis del origen de los huastecos más verídica; es decir, comprobable con hechos. Él realizó su estudio a fines de la década de 1960 e integró en él datos arqueológicos, históricos y etnográficos. Con ello propuso que hacia el año 2000 a. C. (durante el Preclásico Temprano), los protomayas habitaban el territorio entre la Huasteca y los Tuxtlas, y que tenían una cierta unidad cultural, con una lengua común y con presencia de otros grupos étnicos. Cerca de 200 años después, los vocablos se habían diferenciado hasta formar lenguas distintas.

Hacia el año 1600 a. C., una migración de hablantes mixe-zoques se estableció en la costa y dividió esa cultura mayense en dos grandes grupos: los protoyaxque (futuros hablantes de maya) –que se movilizaron hacia el sur y sureste– y los protohuastecanos –futuros hablantes de huasteco– quienes quedaron aislados en el norte y continuaron su propio desarrollo, a partir del cual surgirían los dialectos huastecanos, como el cotoque. Su separación del tronco huasteco se daría durante el Clásico Tardío (hacia el 900 o 1000 d. C.), en sincronía con el avance de la población huasteca hacia Meztitlán, estado de Hidalgo.

Según Manrique, ese cisma los llevó hasta Tulancingo, donde se encontraron con asentamientos locales, viéndose obligados a continuar su migración hacia el sur, hasta llegar al río Grijalva, donde se establecieron. En ese grupo irían hablantes del dialecto cotoque, el cual se quedó en Chiapas.

Tras esta idea, el investigador estadounidense Richard A. Clarke sugirió, en la década de 1980, que hacia 2000 a. C., los protomayas ocupaban la península de Yucatán, el Petén y la costa del Golfo hasta el istmo de Tehuantepec; alrededor de 1800 a. C., rompió la continuidad de este grupo una cuña de hablantes de protomixe-zoque, a los cuales se identifica con la cultura preclásica mokaya, originaria del Soconusco, Chiapas.

En su teoría, ese hecho ocasionó la expansión protomaya a nuevas regiones (entre 1600 y 1000 a. C.), y obligó la emigración de los protohuastecanos (rama inik) hacia el norte de la costa del Golfo, y la de los protoyaxques (rama winik) hasta los Altos de Guatemala, desde donde se dispersaron las diferentes lenguas mayas. En este caso, el cotoque o chicomucelteco resulta un remanente de población huasteca que se rezagó en Chiapas.

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