El microscopio de barrido electroquímico
o MBE es una herramienta relativamente nueva. Su
introducción se remonta a finales de la década
de 1980 y, debido a que la descripción teórica
fue proporcionada por el doctor Allen
Bard y sus colaboradores1,
es a él a quien se atribuye la invención
del instrumento.
Desde su aparición, el microscopio electroquímico
(también conocido como SECM Scanning
Electrochemical Microscope, por sus siglas
en inglés) ha tenido una gran cantidad de
aplicaciones en la ciencia y la tecnología.
La existencia del MBE todavía es desconocida
para muchas personas, a pesar del gran impacto que
ha causado en la medicina y la química, por
mencionar algunas áreas de aplicación;
así pues, resulta importante divulgar la
trascendencia de este extraordinario instrumento
para que un mayor número de personas de diversos
sectores –industriales, académicos
y estudiantes– puedan considerarlo como una
alternativa en la resolución de problemas
científicos y tecnológicos.
El MBE pertenece a la familia de microscopios cuyo
funcionamiento se basa en el movimiento de un sensor
inmerso en un líquido, lo cual le permite
tomar imágenes de objetos. La observación
mediante el MBE no requiere que se sumerja el microscopio,
únicamente el sensor queda dentro del líquido;
esta es la diferencia fundamental entre éste
y otros microscopios.
El sensor es un microelectrodo o tip –cuyo
funcionamiento y operación han sido estudiados
de forma extensa por el doctor Wightman y su grupo2,3,
– que consiste en un alambre muy fino (su
diámetro varía entre 2 y 25 micras)
de platino, oro o fibra de carbón (figura
1) y se encuentra sellado en el interior de
un tubo de vidrio. Este alambre se une a otro de
cobre por medio de una resina conductora para su
posterior conexión externa; así, el
microelectrodo se aproxima a la superficie del objeto
que se encuentra bajo estudio para que exista una
interacción entre ambos. Con frecuencia,
es suficiente una distancia entre 1 y 5 micras,
y los datos obtenidos por este medio corresponden
al punto donde se coloca el microelectrodo; es así
como se tiene información in-situ.
Pero veamos cómo funciona el MBE.
En la figura
2 se puede ver que el microscopio es un dispositivo
con tres motores controlados por una computadora,
cada uno de los cuales está montado en una
placa deslizante, la que a su vez tiene asignada
una dirección de deslizamiento, x, y, o z.
En este sistema de deslizamiento tridimensional
se adapta el microelectrodo con lo que se logrará
controlar sus movimientos a través de la
computadora. La superficie estudiada se coloca por
debajo del microelectrodo.