Ciencia y Desarrollo CONACYT
MARZO DE 2006
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Entrevista

Luis Díaz Ballote

UN INVENTO SINGULAR

El microscopio de barrido electroquímico o MBE es una herramienta relativamente nueva. Su introducción se remonta a finales de la década de 1980 y, debido a que la descripción teórica fue proporcionada por el doctor Allen Bard y sus colaboradores1, es a él a quien se atribuye la invención del instrumento.

Desde su aparición, el microscopio electroquímico (también conocido como SECM Scanning Electrochemical Microscope, por sus siglas en inglés) ha tenido una gran cantidad de aplicaciones en la ciencia y la tecnología. La existencia del MBE todavía es desconocida para muchas personas, a pesar del gran impacto que ha causado en la medicina y la química, por mencionar algunas áreas de aplicación; así pues, resulta importante divulgar la trascendencia de este extraordinario instrumento para que un mayor número de personas de diversos sectores –industriales, académicos y estudiantes– puedan considerarlo como una alternativa en la resolución de problemas científicos y tecnológicos.

El MBE pertenece a la familia de microscopios cuyo funcionamiento se basa en el movimiento de un sensor inmerso en un líquido, lo cual le permite tomar imágenes de objetos. La observación mediante el MBE no requiere que se sumerja el microscopio, únicamente el sensor queda dentro del líquido; esta es la diferencia fundamental entre éste y otros microscopios.

El sensor es un microelectrodo o tip –cuyo funcionamiento y operación han sido estudiados de forma extensa por el doctor Wightman y su grupo2,3, – que consiste en un alambre muy fino (su diámetro varía entre 2 y 25 micras) de platino, oro o fibra de carbón (figura 1) y se encuentra sellado en el interior de un tubo de vidrio. Este alambre se une a otro de cobre por medio de una resina conductora para su posterior conexión externa; así, el microelectrodo se aproxima a la superficie del objeto que se encuentra bajo estudio para que exista una interacción entre ambos. Con frecuencia, es suficiente una distancia entre 1 y 5 micras, y los datos obtenidos por este medio corresponden al punto donde se coloca el microelectrodo; es así como se tiene información in-situ. Pero veamos cómo funciona el MBE.

En la figura 2 se puede ver que el microscopio es un dispositivo con tres motores controlados por una computadora, cada uno de los cuales está montado en una placa deslizante, la que a su vez tiene asignada una dirección de deslizamiento, x, y, o z. En este sistema de deslizamiento tridimensional se adapta el microelectrodo con lo que se logrará controlar sus movimientos a través de la computadora. La superficie estudiada se coloca por debajo del microelectrodo.

 
 
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