En los orígenes
Al inicio de internet, en tiempos de su abuela
ARPANET (la primera red conmutada de área
amplia que unió a universidades y organizaciones
de gobierno, patrocinada por el Departamento de
Defensa de los Estados Unidos durante la Guerra
Fría), existía un archivo único:
el hosts.txt. El término inglés
host significa anfitrión,
sentido con el cual se le interpreta en informática:
equipo anfitrión. En ese archivo se enlistaban
todos los equipos y sus direcciones IP, los cuales
lo recibían a su vez cada noche desde un
equipo central. Cuando el número de computadoras
en internet se incrementó –en gran
medida al unir más y más redes–
este esquema dejó de ser funcional y fue
necesario diseñar una solución para
relacionar nombres y direcciones IP. Era la década
de 1980.
Este servicio tras los nombres en internet
(DNS, Domain Name System) consiste en un
esquema jerárquico de nombres, cuyo fundamento
son los dominios (nombres para relacionar
hosts de una misma institución,
empresa o país) y una base de datos para
implementarlo. El DNS se usa principalmente para
vincular direcciones del host, así
como destinos de correo electrónico con direcciones
IP, pero también puede utilizarse con otros
fines. Los documentos en los que se especifica y
define con claridad este servicio se conocen como
RFC (Request for Comments; solicitud de
comentarios) 1034 y 1035.