Entrevista con Ek del Val:
De bosques
tropicales, blogs
y bichos
extraordinarios


Entrevista con Ek del Val:
De bosques
tropicales, blogs
y bichos
extraordinarios
      Autores

Su pasión por entender el mundo natural, su labor formativa y su trabajo de divulgación científica han hecho merecedora a esta joven y brillante investigadora a dos importantes reconocimientos académicos

Siempre me llamó la atención la biología, pero no tuve claro que quería ser bióloga hasta que estudié la preparatoria y tuve que decidir. Así que entré a estudiar a la UNAM y allí surgieron varias opciones para iniciarme en la investigación. Una de ellas cambió mi perspectiva —un viaje a la Selva Lacandona— y fue entonces cuando me encaminé hacia el estudio de los sistemas tropicales. Hoy en día sigo trabajando con interacciones bióticas entre plantas y herbívoros principalmente, y también en ecosistemas transformados: campos agrícolas, sitios abandonados de pastizales, entre otros, para ver cómo las interacciones bióticas se modifican con la acción del hombre y cómo se pueden recuperar después. Últimamente mi interés específico está en las interacciones entre plantas y animales que puedan tener una utilidad en el corto plazo”, apunta la investigadora del Cieco-UNAM campus Morelia, quien recibió recientemente la presea “Doctor Santiago Cendejas Huerta” de la Academia Michoacana de Ciencias.
     Ek del Val participa en “un proyecto bien grande que se llama Matrobo (Manejo de Bosques Tropicales), en el que se está evaluando qué pasa en los sitios transformados bajo sucesión natural, cuando se tala un lugar para agricultura, para ganadería y se deja sin trabajar, y cuánto tiempo pasa para que se recupere el bosque. Para estudiar esto, se ha utilizado un tipo de aproximación que se llama cronosecuencia, en la que evaluamos en sitios con diferentes edades de abandono, cómo se recupera y cuánto tiempo tarda en volver a una situación similar al bosque maduro, la comunidad de plantas, de pájaros, de murciélagos, etcétera; yo en particular estoy evaluando las mariposas y orugas asociadas a las diferentes plantas. Ya tenemos datos de nueve años y lo que hemos observado es que, si dejamos descansar la tierra, eventualmente, sí regresan los bichos y empiezan a funcionar como lo hacían antes. Otro punto importante que han arrojado nuestras investigaciones radica en que es necesario dejar áreas sin tocar, es decir, áreas de conservación, pues ellas son las que aseguran que haya un reservorio de plantas y animales para volver a colonizar los sitios que fueron perturbados”, explica la experta.

En torno tema de las especies invasoras, la autora del blog Confabulario de bichos extraordinarios comenta: “me intriga mucho entender por qué sólo algunas especies se vuelven muy problemáticas. A nivel mundial se considera que ésta es la segunda causa de pérdida de biodiversidad. Aunque en México no es un problema fuerte, me interesaría entender cuáles son los mecanismos que le permiten a la biota de nuestro país ser resistente”.

“En el caso del Tamarix, en 2009, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático nos solicitó hacer un estudio sobre el efecto que el escarabajo iba a tener sobre la flora y fauna mexicanas dado que era inminente su llegada al país, y aunque mis resultados no fueron de su agrado, sé que mi opinión académica fue escuchada. Al respecto, siento que, en general, la academia está muy desligada de los tomadores de decisiones, por un lado se debe a que los investigadores estamos temerosos de entrarle a problemáticas particulares importantes para México, porque son demasiado complejas e involucran a las comunidades humanas. Y, por otro lado, algunas autoridades creen erróneamente que tienen las respuestas de lo que está sucediendo antes de tener datos duros de campo”, asevera la doctora en Ecología.
     “Por fortuna, esta problemática se está atendiendo y cada vez hay más convocatorias con demandas específicas para que los investigadores de ciencia ‘básica’ nos involucremos en la resolución de problemas nacionales. Recientemente se abrió una convocatoria en el fondo de Semarnat-Conacyt para estudiar qué está pasando con las plagas y el cambio climático en relación con las diferentes técnicas de cultivo de maíz existentes. Tradicionalmente las plagas se han estudiado desde el punto de vista agronómico, de productividad, no tanto como especies que tienen un papel en los ecosistemas, de modo tal que, considerando el enfoque de ecosistemas, ha sido posible abordar el gran reto de la agricultura orgánica: ¿realmente las plagas son tan dañinas o se restablecería otro tipo de equilibrio al dejar de usar plaguicidas? Por suerte, lo que estamos encontrando al evaluar las principales plagas del maíz y qué pasa con ellas en sistemas de manejo convencionales comparados con sistemas que involucran bajos insumos (i. e. rotación de cultivos, labranza de conservación, agricultura orgánica), es que en realidad los niveles de daño entre parcelas orgánicas y las convencionales que usan un montón de químicos, no son tan diferentes; en las parcelas orgánicas, los depredadores naturales, como las hormigas, arañas o avispas juegan el papel de los insecticidas. Digamos que siempre hay un equilibrio ahí, por lo que tenemos información bastante buena y alentadora para los agricultores”.
     Respecto a su relación con el público, “como parte de este proyecto, yo me comprometí a realizar talleres con agricultores, estamos compartiendo los resultados para que ellos tomen sus decisiones”, señala la columnista de SinEmbargo.mx, quien opina que “la educación básica en épocas recientes ha fallado bastante. Considero que la divulgación de la ciencia es una manera de acercar tanto a niños, jóvenes y adultos a esta otra parte de la vida de cómo podemos pensar al mundo y cómo respetar a los otros seres vivos que hay en el planeta. A mí me interesa mucho poner en relieve todas las cosas que los bichos hacen por nosotros y que no nos cuestan nada. Por ahí va mi compromiso con la divulgación de la ciencia en la que estoy más activa, por medio del blog y por medio de talleres con niños”, declara la ganadora de la distinción Premio Universidad Nacional para Jóvenes en el área de Ciencias Naturales-Docencia 2013, quien también afirma que “hay que darnos cuenta de lo privilegiados que somos de vivir en México y de todas las maravillas naturales que tenemos y que no conocemos. Darse cuenta de cómo funciona el mundo natural es increíble, yo trato de transmitirle a mis estudiantes esa pasión y también fomento en ellos una actitud crítica, porque darse el chance de dudar de lo que otros están diciendo nos podría llevar a cambiar este país”.

Ek del Val (1973) es bióloga por la Facultad de Ciencias UNAM y Doctora en Ecología por el Imperial College del Reino Unido. Investigadora del Cieco-UNAM, columnista en diversos medios y bloguera, es coautora del libro Ecología y evolución de las interacciones bióticas (UNAM-FCE) y autora de numerosos artículos de investigación y divulgación. http://ww2.oikos.unam.mx/CIEco/interacciones/

Av. Insurgentes Sur 1582, Col. Crédito Constructor • Alcaldía. Benito Juárez C.P.: 03940, México, CDMX Tel: (55) 5322-7700
Comentarios, sugerencias y dudas sobre este sitio de internet y sus sistemas:
Centro de Contacto y Soporte Técnico  

DERECHOS RESERVADOS © 2019
Políticas de Privacidad