Cuando el doctor Aguilar Tamayo estudiaba la licenciatura, se enfrentó con textos universitarios que, por su complejidad, le resultaban poco comprensibles. Fue su padre —también profesor— quien lo acercó al mapa conceptual como una estrategia para su aprendizaje y ahí comenzó la historia de un investigador que ha dedicado su vida a buscar que los estudiantes desarrollen mejores competencias en la comprensión y procesos de conocimiento.
          “Los mapas conceptuales son representaciones que permiten ayudar a establecer relaciones entre sus componentes al presentarlos visualmente. Son estrategias muy útiles, pero tienen cierto tipo de requerimientos, por ejemplo, la técnica de elaboración —comenta el investigador y agrega—, su característica es que cada concepto tiene que estar relacionado; pero, además, se debe construir una proposición acerca de esa relación. Producir nuevos enunciados es una forma de construir conocimiento”.
          Recomienda no confundir mapa conceptual con mapa mental, “que es el más conocido, por las operaciones intelectuales que supone. Lo que haces es agrupar cosas, pero no puedes decir cuál es la relación de esas cosas entre ellas”.
          La frase “didáctica del mapa conceptual” se refiere a la forma de apropiarse del mapa conceptual para después utilizarlo en otros procesos didácticos cuyos objetivos son los conceptos científicos, las teorías, aquello que se quiere comprender.

Como sucede con las almas de ávidos buscadores de respuestas, nuestro entrevistado no se quedó con la investigación de hace más de veinte años, sino que utilizó su conocimiento acerca de la tecnología y la programación para, con un equipo interdisciplinario, proponer el desarrollo de un software capaz de crear modelos de conocimiento con aplicaciones didácticas y, es a partir de estas técnicas él y su equipo han desarrollado métodos de análisis cualitativo de datos.
          Cuando los mapas se interconectan con otros recursos y se vuelven más complejos, resultan modelos de conocimiento que requerirán de una estructura hipertextual. “El hipertexto es esa capacidad de establecer relaciones entre unidades de conocimiento”, nos comparte el profesor.
          Un gran reto es la imperiosa necesidad de contar con integrantes que no sólo estén familiarizados con las problemáticas de la didáctica y la educación, sino que también comprendan el mundo de la programación para desarrollar software. A éste se une otro elemento: las posibilidades de financiamiento.

“El proyecto que más entusiasmo me ha generado es el desarrollo de un método de tutoría para la educación superior. Construimos TSH —hablamos de tecno-metodología— una filosofía para enfatizar el hecho de que estas acciones tutoriales integren técnicas de representación visual, como el uso de plumas digitales y cuadernos especiales que generan un archivo multimedia, el cual es entregado al estudiante.
?         Considera también un sistema de gestión académica que se encarga de desarrollar reportes, sin ser necesario que alguien llene formatos”, explica el doctor en Educación.
         Al momento de realizar esta entrevista, la investigación estaba en la fase de búsqueda de instituciones para realizar experiencias, evaluar la efectividad y alcances. Más allá de las pruebas piloto que ya se habían realizado en México y España.
?         “Necesitamos, como país y como sociedad, determinar los valores de los conocimientos. Se requiere la coordinación de esfuerzos; volver a construir una idea de qué es lo más importante”, concluye.

Tomar fotografías de su hija, de su familia y de paisajes es uno de sus pasatiempos, pero lo que fascina a Manuel, desde pequeño, es el blues. Primero se interesó en estudiarlo y luego quiso reproducirlo, de ahí que su terapia para pensar o dejar de pensar es tomar su guitarra y tocar blues.

Doctor en Educación y profesor investigador de tiempo completo, titular “B”, en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Miembro del SNI nivel I. Investigador asociado en la University of California Riverside (UCR). Más de una decena de publicaciones nacionales e internacionales.

Irene Lucía Aguilar Cuenca.