Galileo, en cuanto supo del anteojo espía inventado por el holandés J. Lippershey, en 1609, pensó en aplicarlo para el estudio del firmamento; en el mes de mayo, se puso a experimentar con lentes y pronto halló la combinación que permitía observar los objetos amplificados. Con ello, Galileo revolucionaría la investigación astronómica.

Hace cuatrocientos años comenzó una nueva era para la astronomía y para el conocimiento del Universo en que vivimos. Sin embargo, para llegar a ella, fue necesario que un invento surgido en Holanda: el anteojo espía llamado así por su inventor J. Lippershey, en 1609, fuera conocido por Galileo y este extraordinario investigador, inmediatamente se pusiera manos a la obra para construir un instrumento semejante con la sola idea de apuntarlo hacia el firmamento, convencido de que con dicho anteojo podría seguramente descubrir cosas maravillosas.