Ciencia y Desarrollo
CONACYT
MARZO DE 2008
Inicio
Secciones
Artículos
+ El éxito de una forma de vida
1. Inicio
2. Esos terribles villanos
3. Una existencia exitosa
4. Estrategias de supervivencia y reproducción
5. Parásitos y ecosistemas: la investigación
6. Después de todo...no son tan malos
7. Referencias
+ Tendencias sociales y políticas a la luz de las neurociencias sociales
1. Inicio
2. ¿Una nueva convivencia de la era humana?
3. La importancia del cableado
4. Desarrollo y función de la empatía
5. La generosidad y los genes
6. Derecha o izquierda/Conservadores y liberales
7. Referencias
Artículos anteriores
Entrevista
+Mapalocalizador, herramienta cotidiana y de negocios
1. Inicio
2. Solución de escritorio y móvil
3. Posibilidades infinitas
 
Descargar Internet Explorer
Descargar WinZip
Descargar Adobe Reader
Descargar Quicktime

Descargar RealPlayer

Descargar Flash Player
 

RAFAEL J. SALÍN-PASCUAL
TENDENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS A LA LUZ DE LAS NEUROCIENCIAS SOCIALES
¿Una nueva era de la convivencia humana?
Sin duda, fue la complejidad del ámbito social lo que impulsó el desarrollo del lenguaje –la escritura, el lenguaje no verbal, las predicciones hacia futuro y la empatía (entre otras)– provocando así la especialización, principalmente, de la corteza cerebral, en las funciones de comunicación.

El doctor Jared DiamonI afirma que nuestras capacidades cognitivas, como hablar, escribir y construir máquinas complejas, nos separan del resto de los animales, y también que somos la única especie con una serie de prácticas negativas: genocidio, tortura, adicciones a diversas sustancias y conductas, en especial aquellas relacionadas con el área sexual, por ejemplo: voyerismo, exhibicionismo, juego compulsivo, sadomasoquismo..., todo lo cual deja al descubierto que la forma de manejarnos como animales corresponde a la de una especie racionalmente irracional, lo que nos ha conducido a la eliminación de otras especies animales y, en ocasiones, a actuar de manera idéntica con nosotros mismos, como se ha comprobado ampliamente en la historia de la humanidad con ejemplos como el de la Alemania Nazi (campos de concentración y la Solución final, el Holocausto).2

Lo social es, de entrada, un elemento central en nuestro desarrollo como especie y también en la formación de nuestras crías (desarrollo ontogenético); sin embargo, una serie de factores de tipo genético, bioquímico, así como de cableados y circuitos neuronales están siendo descubiertos en los últimos años, todo lo cual me ha llevado a pensar que es posible iniciar una nueva era de convivencia humana a partir de la comprensión de los diferentes modelos cerebrales con los que ya venimos ensamblados de nacimiento.

La meta final de la mayoría de las grandes religiones, lo que mujeres y hombres ilustres por su sabiduría vinculada a la humanidad han predicado es la felicidad y el bienestar de los nuestros; pero, parece ser que algo no funciona en
nosotros: si somos una especie inteligente, ¿por qué no hemos podido regularnos en las esferas social, económica y política? Una posible respuesta es que no traemos el mismo sistema de cables en nuestro cerebro: no vemos, no creemos y no sentimos lo mismo.



desarrollado por quadrato