A dicho fin podrían acceder gobierno y sector privado para vinculadamente impulsar el desarrollo de vivienda, servicios básicos y equipamiento urbano: infraestructura hábitat. El innovador recurso se originaría con la participación de muchísimos pequeños y medianos distribuidores (Pymes), además de otros agentes económicos, siempre y cuando se les enlace en una cadena de inversión productiva.

Esta alternativa beneficiaría, e n primera instancia, a los medianos y grandes productores, porque operarían a mayor escala. Cabe señalar que el extraordinario potencial de la fuerza de sus distribuidores sólo sería aprovechable bajo la rectoría de cedevisa , para conjuntar sus capacidades económicas, operativas y crediticias.

El costo -para ejecutar la enorme obra que permanece pendiente- necesariamente se haría cargo de algunos razonables sobreprecios en los bienes y servicios que aportarían quienes participen, y también asumiría intereses por el esfuerzo de los capitales. Ese costo adicional se consideraría normal y muchos serían los beneficiados.

Uno de los requisitos para su enlazamiento sería que todos los participantes mantengan su registro ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), comprobando tener sus obligaciones fiscales al corriente. La convergencia en la cadena evitaría cualquier elusión, evasiones y simulaciones a la autoridad fiscal, además de producir riqueza adicional, con una creciente recaudación de impuestos.

La programación y ejecución de las obras se realizaría regionalmente con sincronía, precisión y absoluta transparencia, a través de la organización del referido nuevo conglomerado (CEDEVISA), el cual promovería un singular mecanismo logístico para el efecto.