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ABRIL DE 2007
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Guadalupe Curiel DefossÉ

DARÍO BALANDRANO Y EL PERIODISMO OFICIAL REPUBLICANO

Redactor en jefe del Diario Oficial

Después de la restauración de la República, el general Garza asumió el cargo de gobernador de Tamaulipas y Balandrano volvió a su lado. En 1868, cuando el gobierno de Garza fue derrocado por Reata, Balandrano se trasladó a la capital del país como diputado al Congreso. A partir de abril participó, junto con Cosme Varela, Manuel Pérez, Ricardo Ituarte y Manuel López Meoqui, en la redacción del periódico La Opinión Nacional.

En octubre de 1869, el presidente Juárez confió a Balandrano la redacción del Diario Oficial, cargo que desempeñó hasta 1876. Además, aquel mismo año mereció que el estado de Tamaulipas lo favoreciera una vez más con su confianza, encomendándole su representación en la Cámara de Senadores. Cabe señalar que en un par de ocasiones, incluso, presidió este cuerpo legislativo.

El Federalista nos da un dato interesante sobre su cercanía con Benito Juárez: el 20 de abril de 1872, este diario publicó una larga crónica de los últimos días de la vida del presidente. De acuerdo con ese texto, el día 17 Darío Balandrano, redactor en jefe del Diario Oficial, como de costumbre, leía al Benemérito lo más notable que contenían los periódicos de esa mañana, cuando éste comenzó a sentir los graves síntomas de su enfermedad, una neurosis crónica del gran simpático.

Como responsable del Diario Oficial, Balandrano intentó sostener las opiniones del Ejecutivo, dar la razón de sus hechos y demostrar el porqué de su política. Junto con Andrés C. Vázquez, su colaborador más eficaz, dio impulso al periódico del gobierno y lo transformó rápidamente; así es bien sabido que el Diario casi todos los días sostenía polémica con sus colegas nacionales y extranjeros. En este sentido, Gerardo M. Silva afirmaba que don Darío era un brillante polemista, que huía siempre del protagonismo, razón por la cual no lo envilecían los más grandes triunfos.3


 

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