En la actualidad y de cara al futuro, la biotecnología es una herramienta fundamental para impulsar el desarrollo económico de cualquier nación; por ello, si México pretende competir en el ámbito internacional, deberá dar prioridad a la inversión en esta área.
La maestra en ciencias Jovita Martínez, responsable de la
Colección Nacional de Cepas Microbianas y Cultivos Celulares del
CINVESTAV, afirma que nuestro país posee una amplia variedad de ecosistemas habitados por diversos microorganismos, muchos de los cuales podrían tener alguna aplicación biotecnológica hasta ahora desconocida, pues gran parte de estos organismos no han sido estudiados.
“En México, poca importancia se ha dado al estudio de la biodiversidad microbiana, pese a que tenemos ecosistemas muy variados: selvas, desiertos, bosques, mares, lagos, etc., todos habitados por un gran número de microorganismos que aún no han sido aislados e identificados, los cuales, probablemente, poseen un gran potencial para ser utilizados por el hombre en su beneficio en las áreas médica, alimenticia y farmacéutica, por citar algunos ejemplos. Esta situación abre la puerta para que investigadores de otros países exploten de manera clandestina estos recursos”.
Para evitar que esto ocurra, la maestra señala que es urgente fortalecer y multiplicar proyectos como la
Colección Nacional de Cepas Microbianas y Cultivos Celulares, pues dichas iniciativas permitirían realizar un censo sobre la diversidad microbiológica del país.
La
Colección Nacional de Cepas Microbianas y Cultivos Celulares –relata la maestra Jovita Martínez– “nació en 1972, gracias al doctor Carlos Campillo, entonces Jefe del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del
CINVESTAV, quien propuso la creación de una colección de microorganismos de importancia biotecnológica, es decir, aquellos que pudiesen ser utilizados en la producción de bienes y servicios”.
Al inicio, la colección sólo poseía 120 cepas de diferentes microorganismos con alguna apliaplicación industrial y/o agrícola; en la actualidad, son ya 3 mil las cepas bajo resguardo, comenta la investigadora.
“El acervo de la colección está integrado por diferentes tipos de microorganismos: bacterias, levaduras, hongos filamentosos, microalgas y protozoarios, todos con alguna aplicación biotecnológica.
Entre ellos: cepas productoras de tequila, de hormonas para la elaboración de antiinflamatorios, bacterias lácticas para producir quesos y yogurt, incluso, contamos con cepas para el control biológico de plagas, etcétera”.
EL OBJETIVO DE LA COLECCIÓN
MICROORGANISMOS A LA RED
