En este mes, a media noche, y prácticamente sobre nuestras cabezas, se halla la constelación de Hércules, el gigante mitológico, residencia del segundo cúmulo globular más bello del cielo: el m-13 que, visto con binoculares, resulta maravilloso.
Los cúmulos globulares son gigantescos conglomerados de millones de estrellas, cúmulos esféricos cuya densidad estelar va en aumento hacia el centro, al grado de que, hasta con grandes telescopios parece que en su centro ya no cabrían más estrellas. Estos cúmulos globulares rodean nuestra galaxia, la Vía Láctea, y se hallan a decenas de miles de años-luz de nosotros.
Si queremos localizarlas constelaciones del zodiaco, a las 21 horas, de oeste a este y en la mitad norte del cielo, encontraremos a Gémini, Cáncer, Leo y a Virgo sobre nuestras cabezas; en la mitad sur del cielo y hacia el este se hallan Libra, Scorpius y Sagittarius, esta última apenas saliendo por el este. La penúltima mencionada, Scorpius, es la más parecida al objeto que representa: un alacrán.