¿Sólo reciclar sin pensar?

En nuestros días, todo producto que diga: “contiene material reciclado” o “material 100% reciclado”, es visto como un producto benéfico para el ambiente y toda organización que se dedique a reciclar, se considera una empresa favorecedora de un ambiente sano; no obstante, en algunas circunstancias, el reciclar puede no ser la mejor opción para el entorno.

Tomando en cuenta la jerarquía para el manejo de residuos sólidos, es indispensable seleccionar cuál de las acciones es la correcta para cada material en específico, después de estudiar los beneficios o problemas provocados con cada acción, así como las posibilidades económicas para realizarlas.

El reciclaje comúnmente es una opción benéfica para al ambiente pero, ¿qué sucede cuando los materiales reciclados no pueden ser colocados en el mercado?; éstos terminan siendo desecho nuevamente y vuelven a presentar el problema de su disposición final.

Tomando el ejemplo de los plásticos de empaque, su reciclaje no solamente implica la necesidad de llevarlos a una planta procesadora, sino que deben ser separados previamente de cualquier otro residuo no plástico y, posteriormente, deben separarse de acuerdo con el tipo de resinas empleadas en su fabricación, pues no todos los plásticos son iguales, y el tratar de introducir los diferentes tipos en un proceso único, con el fin de obtener un solo material reciclado, daría por resultado la obtención de un material de muy baja calidad que no tendría utilidad alguna. Pero aún hay otra consideración relacionada con los plásticos; es necesario calcular tanto los costos como el impacto originado en el ambiente debido al proceso de separación.

Generalmente, al llevar a cabo la separación de plásticos se utilizan cantidades elevadas de agua que posteriormente deben ser tratadas, puesto que han adquirido sustancias tóxicas. Por otro lado, el proceso de sustracción de diversas resinas a estos plásticos también utiliza calentadores que frecuentemente son operados con energía eléctrica; de ahí que el uso de todos estos recursos provoque un impacto negativo en el ambiente que en ocasiones puede ser mayor al beneficio que se pretende obtener. Para evitar este problema, es recomendable realizar un estudio del ciclo de vida del plástico que se pretende reciclar. Estos estudios consideran todo el proceso de fabricación, desde la obtención de materia prima hasta su disposición final. Así,aplicando un criterio más amplio en el análisis de todos los impactos que se pueden generar durante el ciclo de vida, es posible decidir la mejor opción para el material que se está desechando.

Inicio
Las 3 R: Reducir, Reutilizar y Reciclar
El problema de los plásticos
Otras opciones para el manejo de residuos plásticos
Bibliografía recomendada