Para los preguntones y los no tanto, Álvaro Chaos hace una poética introducción a la formación de la vida hace 3,500 millones de años. Define, revisa mitos, genera precisiones acerca del cambio y distingue la diferencia entre la evolución y el desarrollo. 
     

Desde las primeras páginas el autor nos atrapa con la aparente sencillez en el lenguaje, el humor y la fluidez de su discurso para que en tres cucharadas de página podamos definir el sabor de los objetivos y las posibles propuestas del texto. Además entendemos por qué es un libro que recibió el Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo 2014. 
    Nuestro viaje inicia y al llegar a una de las primeras paradas (apartados) ¡encontramos dinosaurios en el siglo XXI! Como buena novela queremos seguir leyendo. Resulta que estos bichos que creíamos prehistóricos nos los comemos en ricos platos. 
    Continuamos para revisar conceptos helénicos de los que parten las teorías del conocimiento y comprendemos las perspectivas evolutivas desde el funcionalismo y la filosofía. 
    Somos lectores-peregrinos que, a través de ejemplos sencillos, conocemos y re-conocemos las diferentes teorías evolutivas, sus aportaciones y debates. 
    En el trayecto descansamos para enterarnos de algunos “chismes” sobre el trabajo de Darwin y el de Wallace. Entramos en terrenos críticos y criticables en los que se habla sobre los genes y la herencia; el neodarwinismo; la denuncia sobre las contradicciones entre la neosítesis contra el mendelismo y el lamarckismo.
     Antes de condimentar nuestro platillo se explican las diferencias entre evolución y transformación, el concepto de adaptación y exaptación; qué es el azar, la conducta.
     Nuestro periplo es a veces por altos picos metafóricos, otras en océanos prehistóricos, cruzamos mares y hasta a Venecia hemos llegado en momentos. Hay ocasiones en las que los ejemplos están en Picasso o en Da Vinci. Todo forma un gran encuentro con la investigación, preguntas nuevas sobre los misterios en torno al sexo y al lujo de la reproducción sexual. 
     Llegamos casi al final de los 60 destinos para aterrizar en los modelos genéticos, las redes genéticas binarias. Veremos cómo los cambios transforman no sólo especies sino palabras. El impredecible y determinista caos. La distinción entre lo complicado de lo complejo.
     Hemos acompañado a este Chaos cuya escritura ha sido todo menos caótica junto con todos los seres vivos que se pueden ver desde la copa del ábol. 
      Descendemos y, para cerrar, el autor hace un llamado poético y filosófico, certero y contundente a cuidar el “barco esférico”, la canica agüita: nuestra Tierra.