Cuestión de escalas
En ecología se le da el nombre de escala a la extensión de espacio (superficie) o de tiempo durante el cual un objeto o fenómeno se manifiesta y puede ser observado o estudiado. Frecuentemente, los estudios ecológicos son realizados a escalas temporales y espaciales pequeñas; es decir, de metros cuadrados a hectáreas o de algunos días a unos pocos años. Pero la complejidad inherente a los sistemas ambientales ha revelado que estos estudios son insuficientes para explicar su dinámica a escalas mayores (kilómetros cuadrados, lustros y décadas). Además, para saber si las acciones de manejo sobre los ecosistemas fueron acertadas, es necesario contar con datos obtenidos regularmente, después de su aplicación. Por otra parte, no es posible capturar la heterogeneidad que existe dentro y entre ecosistemas con estudios en sitios puntuales. La extrapolación de estudios a pequeña escala, puede conducir a interpretaciones equivocadas y afectar la formulación de leyes, modelos y teorías sobre el funcionamiento de los ecosistemas. Es así que resulta necesario considerar estudios ecológicos a escalas más amplias.
Lo que vemos o no vemos en un estudio
Son muchos los fenómenos que sólo son observables si se dispone de series de datos recabados por lapsos de décadas o siglos. Algunos ejemplos son la existencia de ciclos en los cuales se acoplan procesos biológicos y físicos, tal es el caso de la incidencia de huracanes, los incendios naturales, las inundaciones o los desfases entre las causas (deforestación, contaminación ambiental, etc.) y sus efectos -cambios en la recarga de acuíferos, extinción de especies, etcetera-.
De igual manera, las decisiones para el manejo ambiental -enmiendas en los suelos, introducción o remoción de especies-, pueden ser inadecuadas si están basadas en información obtenida a corto plazo, o no pueden corregirse sin los datos que permitan explicar los resultados obtenidos luego de su aplicación. Este proceso de control de los resultados de las acciones y de ajuste a medida que aumenta el conocimiento se conoce como manejo adaptativo, y sólo puede alcanzarse con un adecuado esquema de seguimiento de variables clave.
