Los griegos consideraban la lógica un medio para saber qué hay en el mundo y sistematizar el conocimiento de la naturaleza, pero también como el arte de discurrir y dialogar; era una aliada de la retórica en los discursos legales y políticos, tal como lo señalaba Aristóteles. En la época moderna, el antiaristotelismo de Bacon, Descartes y sus seguidores llevó a menospreciar la utilidad de la lógica, salvo en el caso de Leibniz, pero dado que sus trabajos permanecieron inéditos, la época moderna podría considerarse la edad media de la lógica. En el siglo XIX, esta disciplina vuelve a estudiarse seriamente, pero bajo un enfoque matemático, que mostraría su versatilidad para volver a aplicarla al lenguaje ordinario y utilizarla de nuevo como una herramienta importante en el descubrimiento y la justificación aplicable en la ciencia.
Finalmente, en el último cuarto del siglo XX, la lógica recibió un nuevo impulso, esta vez de las ciencias de la computación, mediante la aportación de nuevos problemas y nuevas soluciones.1
La concepción epistémico-lingüística de la lógica
La lógica como rama de la matemática
Una pregunta para la lógica universal
Referencias
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