Ciencia y Desarrollo CONACYT
SEPTIEMBRE DE 2006
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Gustavo Santoyo Pizano
Ma. del Carmen Orozco Mosqueda

taller de reparaciÓn del adn

El taller mecánico celular

Prácticamente todos los seres vivos contienen en sus células sistemas de reparación de daños en el ADN, los cuales difieren según el organismo (una bacteria, una levadura o un animal), y la forma de realizar la reparación depende del tipo de daño, pero básicamente son muy similares en su modo de acción. Desde hace algunos años, se ha visto que cuando existe un daño se localizan las proteínas que forman parte de los diversos sistemas de reparación en el lugar donde se encuentra afectado el ADN. Es ahí donde se ubica físicamente el taller mecánico de cada célula. Y es importante aclarar que puede haber más de uno, ya que si hubo diez, cien o mil regiones dañadas, en cada una habrá proteínas reparando el daño; se trata de un taller que reparará el adn de forma específica y eficiente.

Los rayos solares

La gran mayoría de las personas acostumbramos salir a la calle sin protección contra la radiación solar. Tal exposición, en términos normales, se realiza gracias a que tenemos eficientes talleres capaces de remediar cualquier inconveniente causado por los rayos solares a nuestro ADN .

Por otra parte, existen personas que no pueden exponerse al Sol de forma deliberada, ya que padecen enfermedades que los hacen sensibles a la luz solar; son fotosensibles. Tales padecimientos (raros y muchos de ellos desconocidas, pero no por ello menos terribles) están relacionados con mutaciones de genes que afectan los sistemas de reparación del adn . Un ejemplo es Ataxia Telangiectasia ( AT ); enfermedad progresiva que afecta varias partes del cuerpo y perjudica aproximadamente a una de cada cien mil personas. Comúnmente, la ataxia se desarrolla por la degeneración progresiva de una parte del cerebro, lo cual conlleva a la pérdida de control muscular y falta de equilibrio, obligando al enfermo a desplazarse en silla de ruedas. Después de padecer la ataxia, el individuo desarrolla las telangiectasias (pequeñas venas que se tornan rojizas, formando algo similar a las telarañas), las cuales son muy evidentes en las zonas de la cara cuando ha sido expuesta al Sol (de ahí el nombre, por la ataxia y las telangiectasias). Los enfermos de AT también corren el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer. Por desgracia, aún no existe una cura a esta terrible enfermedad, y paradójicamente, las radiaciones para curar el cáncer no son posibles en estos pacientes, debido a su sensibilidad a la radiación.

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