El sistema rector o red de caminos representaba para los romanos la propiedad básica del espacio arquitectónico, por lo que puede comprenderse la importancia que tuvo la figura de Jano, dios de accesos y puertas públicas por las que confluían los caminos, el cual fue representado con dos caras opuestas: una que miraba hacia delante y otra que, simultáneamente, miraba hacia atrás. Además de poseer la cualidad de examinar las cuestiones en todos sus aspectos, era el dios de la partida y del retorno.
El límite o cerco fronterizo opera como gozne o bisagra: tiene la propiedad de girar simultáneamente hacia las partes o cercos opuestos, cuenta con la prerrogativa de articular y religar dichos espacios y de funcionar como red de caminos; de este modo, puede representarse con la facultad bifronte de Jano.
La noción nuclear que Trías propone en su obra es la de un límite que no promueve fijación, ni determinación, limitación-prohibición, ni restricción, sino fluidez, movimiento y apertura. Trías instaura un nuevo horizonte de reflexión, alumbra y prepara el emplazamiento para reconstruir el concepto de límite en sentido positivo como espacio de articulación y equilibrio, canal de comunicación y diálogo.
Si se acepta esta propuesta del límite, se abre una alternativa que implica tanto el desprestigio del dogmatismo –producto de la metafísica tradicional– como la salida del nihilismo –producto de la metafísica del sujeto que conduce a la asunción de finitud como caída total en la inmanencia–. En el límite no reina la parálisis ni el encasillamiento si se comprende como frontera, como un espacio abierto de mediación, ambiguo y polémico, peroconciliatorio.
Inicio
El carácter positivo del límite
Articulación y enlace
Símbolo y límite
Referencias
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