La figura de CIO (Chief Information Office, Oficina del jefe de información) se creó en algunos países hacia finales de la década de 1980, cuando el manejo de información empezó a resultar un asunto central de las organizaciones.

Dentro de los puestos directivos que puede haber en una organización, el de los tan citados CIO ha sido el que más ha cambiado en los últimos veinte años. Al principio, sus tareas se asociaban exclusivamente con el procesamiento de información, mientras que en la actualidad, su labor se vincula con iniciativas más integrales como la administración del conocimiento; de hecho algunas personas han llegado a cambiar el nombre de CIO por el de CKO (Chief Knowledge Office, Oficina del jefe de conocimiento). Esto es debido a que en los últimos quince años el conocimiento se ha vuelto muy importante para el desempeño de cualquier organización. De ser una herramienta utilizada por unos cuantos expertos, las Tecnologías de la Información (TI) son ahora usadas prácticamente por cualquier empleado en su vida diaria; por ello, cada vez son más frecuentes las iniciativas de alineación de estrategias y objetivos de una organización con sus planes de TI.

El papel del CIO ha pasado de la planeación e implementación técnica a la planeación estratégica, y los CIO se han ido enfocando cada vez más en los procesos de negocio que en la adquisición o desarrollo de tecnología.