Con una creciente frecuencia podemos leer y escuchar noticias relacionadas con toda clase de delitos, que tienen impactos negativos en muchos sectores de nuestra sociedad: económico, político, educativo, de salud y un largo etcétera. Ante estos acontecimientos podemos hacernos de la vista gorda, enojarnos, indignarnos, cuestionar…; pero también es posible estudiar las diferentes manifestaciones de violencia social, conocer sus orígenes y obtener pistas que detonen soluciones estratégicas para a reducir su incidencia, e incluso erradicarla por completo.
¿Qué tipo de factores se asocian con el suicidio, por ejemplo? ¿En qué clase de crímenes incurren los jóvenes mexicanos con mayor frecuencia, y por qué? La respuesta a estos cuestionamientos es reveladora; conocer estos datos nos invita a reflexionar, junto con los investigadores que nos comparten sus estudios en esta entrega de Ciencia y Desarrollo, respecto a las acciones que nuestros gobiernos (y cada individuo) pueden emprender para atender y prevenir los problemas de violencia social que aquejan al país.
También encontrará en este ejemplar de Ciencia y Desarrollo un abanico de artículos que nada tiene que ver con la violencia social, pero abordan temas que seguramente le resultarán familiares de igual forma; por ejemplo, el deterioro y restauración ecológica de los bosques de oyamel (hospederos de las mariposas monarca). Por otra parte, conoceremos las características, factores de riesgo y control de la teniosis y la cisticercosis, enfermedades que se pueden prevenir fácilmente. Por último, le invitamos a adentrarse en el mundo de los riesgos que implica a nuestro organismo la combinación de diferentes medicamentos y compuestos.
No podemos cerrar el 2010 y comenzar el 2011 sin antes agradecerle por acompañarnos en esta travesía por el mundo del desarrollo de la ciencia y su técnica. Reciba de parte del equipo editorial de Ciencia y Desarrollo los mejores deseos para este ciclo que está por comenzar. |