Rostros del hombre, un título y un reto que enfrenta con aplomo digno de envidia, Enrique Maza.

El periodista experimentado y hombre de fe toma la palabra para abundar en un asunto que intriga y sorprende: mostrar los rostros del hombre y hacerlo por una vía poco común para algunos e inaceptable para otros.

Los parámetros de lo religioso que utiliza resultan de interés para los creyentes, pero suscitan desconfianza entre quienes conceden únicamente a las ciencias la posibilidad de definir al hombre y la capacidad de describir las condiciones en las que se desenvuelve. Lo cierto es que la profundidad de la propuesta está en íntima relación con la actualidad de los problemas que experimentan religiosos y científicos. Vale, por tanto, la pena hacer el recorrido de las 196 páginas en que se presentan los trece capítulos que constituyen el libro.