En septiembre, generalmente terminan las lluvias en la Mesa Central y comienza a haber cielos despejados con noches adecuadas para la observación astronómica.
En el hemisferio norte, a las 21 horas, tenemos, pasado el meridiano (esto es hacia el oeste), el famoso llamado Triángulo de Verano compuesto por las estrellas Vega, de la constelación Lyra (la Lira), Deneb de Cygnus (el Cisne) y, cerrando el triángulo por arriba, Altair, de la Aquila (el Águila).
Antes del meridiano se levanta, por el este, la constelación Pegasus (el Pegaso), seguida de la constelación Andrómeda, en la que se halla la gran galaxia del mismo nombre, la galaxia espiral más cercana a la Tierra y visible a simple vista, a pesar de estar a 2.2 millones de años-luz de nosotros; esto significa que la vemos como era hace 2.2 millones de años…