¿Cómo se unen los caminos del arte y la ciencia? En realidad transitan el mismo sendero, mediante diversos métodos y formas. En este número de Ciencia y Desarrollo hacemos sólo un pequeño recuento de estas intersecciones. La investigación aplicada y el desarrollo tecnológico acompañan al artista, en ocasiones, desde la concepción de la obra. Por ejemplo, en el artículo “Análisis químico y patrimonio cultural” descubriremos que, para conservar o restaurar alguna pieza de arte, hace falta mucho más que la intuición del restaurador. Es necesario aplicar técnicas como el análisis químico de los componentes para evitar alteraciones o daños en la obra. Así, la restauración se convierte en la búsqueda de materiales que a veces el investigador debe volver a elaborar.

A través de los fotogramas de la película mexicana María Candelaria del director Emilio Indio Fernández, comprenderemos todos los factores (físicos, químicos, organizacionales, de seguridad, etc.) y la tecnología que intervienen en el rescate y la restauración de una de las producciones filmográficas que marcó una tendencia en el cine mexicano por su lenguaje visual.

Por otra parte, en el artículo “Recuperar el papel para reconstruir la memoria” seremos testigos de la crónica para lograr la recuperación, organización y catalogación de los acervos documentales del músico Jacobo Kostakowsky. Además de trabajar para encontrar una secuencia lógica a las partituras y los documentos desordenados que se tenían del compositor, fue necesario hacer una serie de análisis sobre el formato, tipo y acidez del papel, estado de conservación, marca de agua, tipo de tinta, caligrafía, trascendencia de la obra, etcétera.

Los libros se han convertido en objetos de estudio cuando se trata de preservarlos en buen estado, y en su restauración intervienen áreas de conocimiento como la biología, la química y la física aplicadas, así como las técnicas para control y monitoreo de condiciones ambientales en los sitios donde se resguardan los libros, la aplicación de los rayos X y demás técnicas con que se cuenta hoy en día.

Gracias a la delicada, aunque ardua labor del investigador es posible el rescate de obras cuyo estado de deterioro hacía imposible su disfrute.