De acuerdo con el investigador, durante este trienio se buscará elaborar proyectos conjuntos entre diversos países para hacer frente a temas que preocupan a toda la humanidad en relación con el planeta.
“Las preocupaciones son varias: calentamiento global, incremento en los gases de efecto invernadero –producto de la actividad industrial y uso de combustibles fósiles–, deterioro de la capa de ozono y el deshielo de los casquetes polares”.
“Hoy se habla de la desaparición de la capa de hielo en el océano Ártico y que en el futuro se podrá navegar directamente del Pacífico al Atlántico, lo cual es un cambio notable, pues no sólo implica la desaparición de los casquetes, sino que el agua dulce almacenada en éstos entraría a los océanos afectando su química y alterando la circulación de las corrientes marinas, lo que provocaría el incremento de los niveles del mar y pondría en riesgo las ciudades en las costas, incluyendo las de los países desarrollados”.
Estos cambios, asegura Urrutia Fucugauchi, ya han comenzado a ocurrir. “Los fenómenos hidrometeorológicos pueden afectar los asentamientos humanos, y en los últimos años hemos tenido muestras de ello: el huracán Katrina y las inundaciones en Tabasco y Chiapas, en octubre de 2007, son un ejemplo”.
Otro de los propósitos de este año internacional será crear vínculos eficientes entre las instituciones científicas y los gobiernos para evitar los efectos de fenómenos como el tsunami de diciembre de 2004, en el Océano Índico, donde se perdieron cientos de miles de vidas por la falta de sistemas de comunicación efectivos entre los organismos de protección civil y los centros responsables de monitorear estos eventos naturales.
“El tsunami, en Indonesia, mostró la vulnerabilidad de las naciones a estos fenómenos, pues pese a que se contó con la información científica, ésta no se tradujo en acciones de protección civil para evitar el desastre.” Indonesia, Tailandia y Myanmar tuvieron decenas de minutos antes de que viniera el efecto fuerte del tsunami, y todavía pasó más tiempo antes de que llegara a las costas de la India y de África; ya estaban las imágenes en la televisión y todavía el tsunami cobró vidas en las costas de Somalia. Debemos encontrar la forma de que la información de ciencias de la tierra sea aplicada por los gobiernos en acciones concretas de protección civil”.
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