Una pregunta para la lógica universal

Definir la lógica es un problema que nos confunde en extremo. Por un lado parece muy natural pensar que su objetivo es evaluar nuestros argumentos ordinarios y técnicos y para ello la lógica clásica funciona bastante bien en muchos casos. Por otro, pueden formularse lógicas diferentes a la clásica, y no sólo eso, sino que parecen funcionar mejor en ciertos contextos. Pero, si son diferentes, ¿cuál es la causa de que se llame lógica a los sistemas clásicos y a los diferentes a éstos? Una respuesta sería que ambos trabajan la noción de consecuencia y, para tener tal noción, un sistema debe cumplir cierto grupo de reglas estructurales. Pero nada impide, en el proceso de abstracción, considerar operaciones de consecuencia sin leyes determinadas; tampoco sería necesario considerar que los elementos bajo la operación deban ser oraciones ni que tengan alguna estructura definida.