México prehispánico
Hace cerca de cinco mil años, en el México prehispánico se cultivaban –prioritariamente– el maíz y el frijol, y se domesticó el guajolote, por lo que la base alimenticia estaba completa. Sin embargo, no había grandes animales que fuesen comestibles o que ayudaran a arrastrar carros con ruedas. Las ruedas inventadas en nuestro continente tuvieron una aplicación ritual o se utilizaron en los juguetes mexicanos. Por otro lado, la llama y la alpaca, los mayores mamíferos americanos útiles para jalar carros, sólo se conocían en la zona andina, en donde se registró también la domesticación inicial de la papa.
Las dos grandes zonas culturales de nuestro continente, la andina y la mesoamericana, crecieron y prácticamente desaparecieron separadas. En otros lugares del planeta, diversos conocimientos como la domesticación de plantas y animales, la invención y uso de la rueda, la metalurgia, la lengua escrita y la producción de la pólvora –es decir los inventos– se comunicaron de un lugar a otro con relativa facilidad, en virtud de lo cual, los bienes culturales de las sociedades asentadas en aquellas tierras, crecieron y se diversificaron más rápidamente que en las americanas.
En el México prehispánico se construyó, al margen del resto del mundo, una extraordinaria, compleja y rica cultura dominada por la religión y que empíricamente generó una gran diversidad de productos, muchos de ellos para solucionar las necesidades cotidianas de la vida en aquel momento.
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Bibliografía