Ante los desastres del año 2005, tanto en nuestro país como en otras regiones del planeta, y la amenaza manifiesta de crecimiento de los huracanes en intensidad y duración, conviene recordar dos necesidades primordiales señaladas por Kerry Emmanuel2:
- Desarrollar, de manera urgente, un plan nacional de zonificación de riesgo de inundaciones, el cual debe identificar a plenitud las zonas factibles de ser afectadas por la ocurrencia de inundaciones de gran magnitud.
- Acabar definitivamente con la práctica de invadir la llanura de inundación de los ríos y arroyos con fines de urbanización, que en nuestro país se presenta, la mayoría de las veces, en forma de asentamientos irregulares propiciados seudolíderes sociales, bajo la falsa idea de que la zona federal de ríos y arroyos es tierra de nadie. Es importante considerar que la llanura de inundación de cualquier río será utilizada por éste cuando el caudal ya no pueda ser conducido dentro en el cauce normal; si no está libre, se producirán problemas.
Esto prevendría en gran medida futuras pérdidas materiales, y de vidas humanas. Como en las enfermedades, la prevención es la medida más valiosa para evitar todas las calamidades, en este caso, las resultantes de los ciclones tropicales y su cauda de inundaciones.
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Referencias
