La intensificación de procesos se ha desarrollado durante los últimos años, despertando un alto interés por sus espectaculares resultados. El concepto nació en 1980 con la tecnología HiGee (gravedad elevada), que consiste en un equipo rotatorio en el que se realizan ciertas operaciones como, por ejemplo, la destilación.

En una torre de destilación convencional, se pone un flujo de vapor en contacto a contracorriente con un líquido que fluye por gravedad. En la tecnología HiGee, el líquido es forzado a fluir por efecto de la aceleración tangencial derivada de la rotación y el vapor circula en sentido contrario por efecto de una diferencia de presión. Esto se ha utilizado en China para reemplazar torres de destilación de 30 metros por equipos rotatorios de un metro de diámetro.

Otro equipo similar es el reactor de disco giratorio (figura 1), en el cual un líquido se deposita en el centro de un disco que gira a altas velocidades, generando una delgada película de líquido (alrededor de 0.01 mm) que permite controlar de forma precisa la transferencia de calor e intensifica el mezclado.

Los equipos con dimensiones reducidas se usan para obtener las ventajas mencionadas en el caso del microrreactor. Para mejorar la transferencia de calor, se han desarrollado los llamados intercambiadores de calor compactos como el intercambiador de calor de circuito impreso o la unidad comercial Marbond (figura 1). Estos equipos están formados por canales entre 1 y 10 mm, con áreas para la transferencia de calor de más de siete mil cm² por litro de volumen procesado, comparado con 800 cm²/L para los intercambiadores convencionales de tubos. Otros sistemas similares, que consisten en microcanales y empaque estructurado, recubiertos con catalizadores, han permitido reducciones asombrosas de hasta cien veces el tamaño del equipo convencional.

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Literatura recomendada